Brianne Thompson, campeona de paracaidismo e instructora de una escuela de Vuelo en Arizona, decidió hacer su salto más peligroso, con extra de adrenalina, para lo que prendió fuego a su paracaídas con un disparo de una pistola de bengalas. Afortunadamente, su experimento acabó con éxito, ya que la deportista logró echar mano de su paracaídas de reserva.
Aunque Thompson ha realizado más de 4.000 saltos en su carrera, semejante truco es peligroso incluso para una persona tan experimentada.
Fuente: RT en Español
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