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El momento ofensivo de Carlos González hace pensar en la obra literaria de Gabriel García Márquez “Crónica de una muerte anunciada”. Su swing amenazaba con explotar prematuramente esta campaña.
El jardinero de los Rockies de Colorado cada noche, pone a fantasear a los asistentes de cualquier parque de pelota donde juegue. Los conocedores de beisbol reconocen que el poder del zuliano está, sin temor, a la altura en un MVP.
Los seis vuelacercas que ha disparado en sus últimas ocho fechas son una muestra de que es uno de los zurdos más ofensivos en la actualidad y sin duda una pieza comercial de gran valor.
Con diez de sus últimos once juegos con al menos un indiscutible, CarGo ha sacado la cara por la alineación de los Rockies y es el principal responsable de que hoy el equipo sea el segundo más rendidor (.274) en la Liga Nacional, solo por detrás de los Piratas de Pittsburgh (.277).
La pregunta obligada sería ¿Qué más quieren los Rockies de Carlos González? Si a sus treinta años de edad continúa siendo uno de los jugadores referencia del club por su monstruoso poder y no hay motivos para dudar que cerrará 2016 entre los mejores diez patrulleros del viejo circuito e incluso de todo el beisbol organizado.
González acumula once batazos de vuelta completa e hilvanó una interesante racha de cuatro jornadas con un jonrón. Ocho de estos han sido conectado en Coors Field, su escenario favorito para dichas largas conexiones.
Para el zurdo, rachas van y vienen luego de conseguir los mil indiscutibles en las mayores en abril. Mes donde comenzó a dar destellos de otro gran año, que luego se vieron menoscabados con unas fatídicas tres semanas donde nada parecía encaminar al criollo a retomar su ritmo con el madero. Pero después de la tormenta viene la calma, y aunque no es precisamente con pasividad que CarGo enfrenta sus turnos, si es la ocasión se sentarse a ver algunas de las maravillas que tiene el beisbol en la actualidad, y que parece ponerse mejor cuando revisamos los números históricos del venezolano en junio. Su mejor en cuanto a rendimiento (.289)
Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Cuando los resultados no se generan en colectivo suelen disfrutarse menos. El club rocalloso no ha podido jugar para 500 en los primeros dos meses de temporada y para González es un situación incómoda, como lo ha descrito en varias oportunidades cuando sus batazos no lograr amarrar triunfos. Aun así, el marabino es el líder en hits del equipo (63)
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