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EPO-.Se encendieron las luces, las cámaras empezaron a grabar y se dio la voz de acción para iniciar con el primer debate electoral que protagonizarían los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, Hillary Clinton por el partido demócrata y el magnate de los negocios Donald Trump por el partido republicano, ambos a su entrada se dieron la mano como gesto de amabilidad que duró tan solo unos minutos desde que comenzó el primer punto.
Todos los que tienen algún interés por el tema de las elecciones norteamericana estaban atentos al desarrollo de este debate, sin embargo los puntos que más me interesan resaltar son las claves que presentó la candidata Clinton que la han hecho merecedora de la victoria en este primer round.
Hillary lució siempre sonriente, esperaba observando a su rival a que terminara de hablar y luego que este terminaba era que tomaba la palabra. Todo lo contrario al comportamiento de Trump que se dejó llevar por su carácter como él mismo manifiesta y en varias ocasiones se mostró acelerado y contestó impulsivamente sobre las palabras expresadas por su oponente.
El lenguaje corporal de ambos hablaba más que sus propias palabras, Trump se sentía ansioso, siempre a la defensiva y antes de hacer cualquier propuesta se dirigía a arremeter contra Clinton, cosa que también le generó más rechazo dentro del público que lo observaba.
Los temas analizados fueron en su mayoría superfluos, el hecho de que un candidato esté hablando de por qué no ha hecho su declaración de impuestos no puede ser más relevante que la grave situación por la que atraviesan millones de norteamericanos sin seguro médico, o las guerras que vive el mundo donde su país tiene participación.
Que Trump no le haya pagado sus labores a muchos de sus empleados no puede ser más importante que el conflicto racial que vive actualmente Estados Unidos y la proliferación de armas que aumenta cada día como la cantidad de asesinatos por las mismas.
Lo que vimos en esa hora y media de debate fue solo una pequeña parte de lo que sería la realidad de los norteamericanos en caso de que ganara la presidencia cualquiera de estos dos candidatos. Ahora bien, por qué es y debe importarnos a los dominicanos el desenlace de este país, primero porque es uno de nuestros principales socios comerciales, aparte de que es el primer destino de viaje de los dominicanos cuando deciden emigrar buscando en muchas ocasiones el sueño americano.
Cualquiera de los dos candidatos que gane tendrá de una forma u otra repercusión en las políticas migratorias de dominicanos hacia su territorio por lo que podría también cambiar el ritmo de las remesas que se reciben de allá, otro factor económico importante en la vida de muchos dominicanos y el producto interno bruto del país.
Otra realidad es que ambos candidatos más que generar la intención de votar por ellos lo que han creado es la intención de votar en contra del que no quieren, haciendo que la brecha sea aún menor.
Pero por qué es tan importante un debate presidencial, porque los electores pueden ver y escuchar al candidato que desean que los represente enfrentándose a su oponente sin un guión que leer, porque al igual que en un certamen de belleza una respuesta equivocada o mal fundamentada puede hacer que un voto se pierda, porque la gente puede entender el lenguaje corporal mucho mejor que lo que dicen sus palabras y porque dependiendo de sus temas y desenvolvimiento se puede influir en la decisión de muchos electores.
No es solo sus palabras, lenguaje corporal y movimientos, es también su vestimenta, la forma en que lleva su peinado, cómo sonríe y el ritmo de sus palabras, todo eso debe ser atentamente cuidado y preparado para transmitir al público el mensaje que se quiere llevar.
El equipo de trabajo de Clinton y los años de experiencia que ha tenido en esta área le sirvieron para que el público la proclamara como la ganadora, sin embargo, la cantidad de personas que no le da su apoyo a pesar de estar compitiendo con un candidato desbocado es el punto más peligroso de esta campaña.
En la República Dominicana urge una ley que imponga los debates presidenciales que permitan conocer más y mejor a los candidatos que se presentan, ya que los intentos que se han realizado no han podido trascender por falta de voluntades, así como de una ley que regule los lineamientos de un verdadero debate electoral.
Por Lorenny Solano
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Saludos a todos