La numerosa votación anticipada de personas con más probabilidad de apoyar a Hillary Clinton podría acabar prácticamente con las posibilidades del republicano Donald Trump de conseguir los 270 votos electorales necesarios para llegar a la Casa Blanca.
Clinton está mostrando buenos resultados en Florida y Carolina del Norte, dos estados que Trump necesita ganar, así como en los indecisos Nevada, Colorado y Arizona. Hay incluso más indicios favorables para la demócrata en Utah y Texas, dos estados de tendencia republicana.
Florida es un caso contradictorio. En ese estado los republicanos parecen tener una ventaja de 18.120 votos anticipados, cuando en 2008 a estas alturas tenían 113.222 votos de ventaja.
Pero la campaña de Clinton ha logrado entusiasmar a los votantes hispanos, 12% de los cuales ya han votado, comparado con 8% en 2012. Una encuesta de CNN divulgada este jueves, da a Trump una ventaja de 2% sobre Clinton en Florida.
De manera similar en Iowa, donde el 43% de los votos fueron depositados anticipadamente en 2012, los demócratas están ligeramente adelante, pero por un margen bastante menor que en esa anterior elección.
¿14 puntos de ventaja?
Paralelamente una nueva encuesta de Associated Press-GfK difundida el miércoles da a Clinton una ventaja asombrosa de 14 puntos porcentuales entre los posibles votantes, 51% a 37%.
Aunque ese margen de ventaja se aparta por mucho de otras encuestas que revelan márgenes de ventaja de solo 3 a 6 puntos porcentuales, la tendencia general parece enfilarse a un triunfo potencialmente contundente de Clinton sobre Donald Trump, impulsado por enormes ventajas operativas de la campaña demócrata y un entusiasmo cada vez mayor entre sus seguidores.
La encuesta AP-GfK revela además que Clinton ha asegurado el respaldo del 90% de los posibles votantes demócratas, así como el apoyo de al menos 15% entre los republicanos moderados. Tan solo el 79% de los republicanos encuestados respondió que votará por el candidato de su partido.
“Donald Trump ha pasado toda su campaña enfrentándose a los grupos que necesita para ampliar su coalición”, dijo Whit Ayres, un encuestador republicano que fue asesor durante la fallida campaña presidencial del senador Marco Rubio de Florida. Ayres dijo que la campaña de Trump es “estratégicamente absurda”.
Incluso si el respaldo a Clinton se desploma en los últimos días de la campaña o si es incapaz de motivar a una sólida participación electoral a su favor, no está claro que Trump pueda reunir los recursos necesarios para aprovechar la situación y ganar suficientes estados con el fin de llevarse los 270 votos electorales necesarios para obtener la presidencia.
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