EPO-.El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó a los directivos de General Motors, Ford y Fiat Chrysler que reducirá normativas, regulaciones medioambientales e impuestos para favorecer la vuelta de industrias a Estados Unidos.
Trump empezó su reunión en la Casa Blanca con los máximos representantes de los tres principales fabricantes estadounidenses de automóviles asegurando que no se había ensañado contra el sector, a pesar de sus constantes críticas y amenazas a los fabricantes.
“Estamos dando un gran empujón para que se construyan en Estados Unidos plantas de montaje y otras fábricas. Mary te lo prometo, no están siendo señalados”, dijo dirigiéndose a Mary Barra, consejera delegada de General Motors.
Desde hace varios meses, el mandatario ha amenazado a los fabricantes de automóviles con aranceles de hasta 35% en los productos que importan desde México. En respuesta, el sector anunció en las últimas semanas miles de millones de dólares en inversiones en Estados Unidos, y Ford la cancelación de una planta de ensamblaje en México.
Trump aseguró que, en gran medida, es un protector de la naturaleza, pero que va a reducir los requisitos medioambientales. Por segundo día consecutivo, también siguió anulando decisiones de su antecesor.
El lunes retiró a Estados Unidos del tratado de libre comercio Transpacífico, impulsado y negociado por Barack Obama porque lo considera nefasto para la creación de empleos estadounidenses.
Además, firmó dos órdenes ejecutivas para retomar los polémicos proyectos de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access, con lo que cumple dos de sus promesas de campaña pese a las críticas de grupos ecologistas. Según el mandatario, son 28.000 puestos.
Trump aseguró que la construcción de esos dos proyectos, planificados desde hace varios años pero paralizados por el gobierno de Obama, estará sujeta a términos y condiciones que su gabinete va a negociar con las empresas encargadas. “Esto va a generar muchos trabajos en el sector de la construcción”, garantizó.
El oleoducto Keystone SL, de la canadiense TransCanada, fue vetado por Obama en 2015 y tenía como objetivo transportar aproximadamente 830.000 barriles diarios de petróleo crudo sintético y bituminoso diluido desde la provincia canadiense de Alberta a diferentes lugares de Estados Unidos, incluidas refinerías de Texas en el golfo de México. El proyecto se extiende a lo largo de 1.900 kilómetros, de los cuales 1.400 están en territorio estadounidense.
El Dakota Access, proyecto de 3,8 millardos de dólares, llevaría medio millón de barriles de petróleo desde los yacimientos bituminosos de Dakota del Norte a una infraestructura en Illinois.
Ambos afrontaron mucha resistencia de grupos ecologistas, debido al poder contaminante del petróleo procedente de las arenas bituminosas, cuya producción emite 17% más de gases de efecto invernadero que la extracción convencional de crudo. El Dakota Access provocó una fuerte protesta de la tribu indígena Standing Rock, ya que con su construcción se echarían a perder tierras que consideran sagradas y contaminará las aguas del río Misuri, de las que depende su modo de vida.
El grupo difundió una nota en la que adelantó que someterá la medida a la justicia. “El oleoducto, no solo atropella acuerdos con los sioux, sino que también amenaza con contaminar nuestra agua y el agua de 17 millones de estadounidenses”.
Dato
Donald Trump aceptó una invitación del líder republicano en la Cámara de Representantes, Paul Ryan, para pronunciar un discurso el 28 de febrero ante ambas Cámaras del Congreso y exponer sus prioridades legislativas y de gobierno.
Donald Trump aceptó una invitación del líder republicano en la Cámara de Representantes, Paul Ryan, para pronunciar un discurso el 28 de febrero ante ambas Cámaras del Congreso y exponer sus prioridades legislativas y de gobierno.
Un juez para la Suprema Corte
El presidente informó que la próxima semana anunciará el nombre de su candidato para sustituir en la Corte Suprema al juez conservador Antonin Scalia, fallecido en febrero de 2016.
“Vamos a escoger a un juez realmente bueno para la Corte Suprema y lo informaré en algún momento de la próxima semana”, añadió el presidente en el Salón Oval. Su predecesor demócrata, Barack Obama, propuso al magistrado Merrick Garland, pero el Senado –dominado por los republicanos– se ha negado a aceptarlo.
La Corte Suprema debe tomar decisiones acerca de temas muy sensibles sobre los que la ideología pesa, como el aborto, el matrimonio homosexual y la posesión de armas. Sus jueces son nombrados por el presidente y ocupan el cargo de por vida. Adelantó que pensaba escoger a un juez en contra del aborto y a favor de las armas. “Soy pro-vida y los jueces también lo serán”, indicó.
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