Santiago, RD.- Los Bravos de Pontezuela, quienes representaron la Zona del Caribe, en el Mundial de Béisbol de Pequeñas Ligas de la Williamsport, en Pennsylvania, regresan al mediodía de hoy lunes por el Aeropuerto Internacional del Cibao.
Equipo de los Bravos de Pontezuela representante del Caribe en la Williamsport.
Aunque los pequeños gladiadores quisqueyanos no lograron ganar el evento, si dejaron una buena impresión, sobre todo por la figura de Edward Uceta (Sopita), quien se convirtió en una celebridad.
Sopita fue la principal figura individual del evento debido a que su juego alegre y excitante emocionó a todos los asistentes a los juegos y a quienes lo siguieron por la televisión.
Desde el Club Mambuiche de Gurabo, donde reside Sopita, una caravana saldrá al Aeropuerto a dar la bienvenida y tratarlo como el héroe que es.
El equipo los Bravos de Pontezuela fue dirigido por José Cordero (Chichilo el Brother), quien estuvo acompañado por Israel Puello y Víctor Bernabé.
A pesar de que el gurabero Edward (Sopita) Uceta se “robó el show” el equipo de los Bravos estuvo integrado además por, Ronaldo Rosario, Benny José Triunfel, Jeremy Solano, Edward Triunfel, Emil Collado, Daniel Salas, Adrian Álvarez, Erik Torres, Jesús Chevalier, Gabriel Ureña, Joustin Torres y Ángel Genao.
¿COMO ES UN DÍA DE SOPITA?
El inquieto jovencito, que reside en la calle 12 de Gurabo, tiene dos estadios prácticamente en el patio de la casa.
Cuando Uceta se levanta lo primero que hace es prepararse para asistir a la escuela, donde recibe enseñanzas de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde.
Al regreso al hogar se pone la indumentaria de pelota y va para el Club Mambuiche, donde Chaguito Olivo dirige una liga de la cual es parte.
“Caliento, corro, bateo malla y granitos de maíz para afinar la puntería, juego fútbol y por la noche veo los juegos de Grandes Ligas en televisión”, narra Sopita.
Indicó que esa es una rutina que hace desde los cuatro años de edad, influenciado porque su padre jugaba softbol y su hermano béisbol.
Sopita describió como uno de sus grandes momentos en el torneo de la Williamsport, cuando fue a visitarlo Carlos Martínez (El Tsunami), quien le regaló una camiseta de los Cardenales de San Luis.
“El me saludó, me felicitó, me dijo que lo había hecho bien aconsejó y me dijo que siguiera trabajando con esfuerzo y el corazón”, puntualizó el carismático niño.
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