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Mujeres dominicana marcada por la historia (Recopilación. Hilda Gautreaux.

Hilda Gautreaux Rijo nació en Santa Cruz de El Seybo el 12 de julio de 1932, hija de Bienvenido Gautreaux y Carmen Carlos. Fue la segunda de los seis hermanos.
Realizó sus primeros estudios en su pueblo natal el Seibo y mas luego se traslado a la ciudad capital donde su tia materna Rosario Carlos de Bello.
Casó con el Lic. Gustavo Ernesto Penson Mota, con el cual tuvo a sus cuatro hijos: Ramsés, Aracelis, Annerys y Gustavo.
Apegada a los valores patrios y de las costumbres culturales de nuestro país, que a pesar de que no profesaba abiertamente la fe católica, no por ello, no dejaba de cumplir con los canones de la misma, guardando sus preceptos, tales como bautizar en la fe sus hijos. De que estos estudiaran en colegios católicos y de que fueran adoctrinados y recibieran la primera comunión.
Las costumbres de las celebraciones patrias, eran para ella una obligación, ya que nunca faltó en su puerta la bandera nacional, durante esa festividades. enseñó a sus hijos desde muy pequeños el significado de los símbolos patrios.
Mujer de carácter fuerte y valentía, conocida entre lo que la conocieron como una "mujer guapa", para quien la palabra miedo no existía.
Durante su etapa de estudiante universitaria, también debía de realizar las actividades domésticas de su hogar, por lo que no era extraño verla con una mano en la batea de ropa en la cual lavaba la ropa de sus hijos y esposo y en la otra un libro para estudiar para algún examen.
Consumió los escasos años de su vida luchando por la libertad y la justicia, denunciando abusos, combatiendo y curando heridos en la guerra, localizando y defendiendo en estrado a presos políticos y haitianos exiliados, de los cuales era su acesora legal. Asesorando legalmente a sindicalistas y dirigentes sindicales. Fue la asesora legal de los sindicatos considerados como “calientes” , como eran los Sindicato de trabajadores de la Coca-Cola, Poasi y de Foupsa Sesitrado
Quebradiza, desgastada de salud, su foto “recorrió el mundo” en el lomo de un mulo en que cargó desde las lomas de San José de Ocoa el cadáver de Orlando Mazara, asesinado por el régimen balaguerista en 1967.
Compañera de ideales del poeta haitiano-dominicano Jacques Viau, con el que compartió la Avanzada Médica de los comandos B-1 y B-3 en la revolución de 1965, fue la abogada de su primo Leonel Viau, preso y buscado por la dictadura duvalierista. Logró liberarlo, asilarlo y sacarlo del país envuelto en la bandera de México con destino a Curazao.
Asi mismo, obtuvo la libertad de Efraím Reyes Soriano (Pocholo) y en abril salvó la vida a militares que después se convirtieron en sicarios de la izquierda. Uno de los que libró de la muerte fue a Caonabo Reynoso Rosario, “que quiso escapar de los constitucionalistas vestido de mujer”, según testimonian sus hijos. Pasada la contienda bélica , el militar allanó la casa donde ella vivía, en la Juana Saltitopa, buscando a Maximiliano Gómez.
Era una mujer delgada, frágil, luchaba constantemente contra el asma que sufría y a veces salía a cumplir sus tareas políticas y jurídicas cuando sus pulmones apenas tenían aire para ella sostenerse en pie. Al fin, el 15 de junio de 1968 sucumbió a los ataques de esa enfermedad , muriendo en la emergencia del Hospital Padre Billini. Fue enterrada en el cementerio de la Máximo Gómez en la capital donde descansan sus restos.
Para describirla con un párrafo del poema "Párrafos y versos de mujeres, disparados desde la falda de la Patria" del periodista Ramón Danilo Correa, escrito como homenaje a la participación de las mujeres en la gesta del 24 de Abril 1965, para describir la personalidad de la Dra. Hilda Gutreaux:
"Mujeres de tiempos...donde el camino conducía a espinas y tóxicas humaredas en la celda de una envejeciente primavera. Y tu, con sed en la voz de campanas, empuñaste versos de Neruda y Cesar Vallejo, para envolver la Patria en pétalos de abril…
Hilda Gautreaux, preciosa dama, de palabras celestiales, caminante entre diabólicos acentos militares, donde tu efigie de dama, crecía en las piernas de comandos y en labios infantiles de banderas proletarias.
Melodía que estremeció el capitalino Puente Juan Pablo Duarte, en sus momentos de porfía. Hilda Gautreaux, con tu metralleta de versos y tu pecho de cantora, redimiste la moral y el pedestal de los símbolos patrios."
Pero es muy poco lo que se conoce sobre la dama audaz y de sus intrépidas actuaciones, del coraje y de la determinación de esta mujer a quien tantos testifican deber la vida, que apenas pesaba 96 libras, que desatendió el asma que desde niña padecía, que murió pobre a los 36 años, dejando a sus cuatro pequeños vástagos, los cuales quedaron desamparados, solo con la protección de unas ancianas Tías, las Penson ( Abigail y Alicia) quienes dentro de sus precarias condiciones económicas dieron cuidado y protección a estos pequeños.
Sus hijos son los testigos que observaron la participación de su madre durante la luchas antitrujillistas, mas luego , durante la Revolucion Constitucionalita de 1965 y posteriormente contra el asedio y persecución política durante los gobiernos de Joaquin Balaguer
LA POLITICA
Luego de realizar sus primeros estudios en su pueblo natal el Seibo, se traslado a la ciudad capital donde comenso sus estudios superiores en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Durante sus años de estudios universitarios, donde se unió a la actividades estudiantiles y donde se integró a las luchas políticas desde el grupo Fragua.
Fue militante del Movimiento Revolucionario 14 Junio y posteriormente del Movimiento Popular, se empleó con ardor a las luchas anti trujillistas, a demandar la salida de los remanentes del trujillato, exigir la autonomía de la Universidad, organizar tramas y manifestaciones de protestas denunciando la corrupción del Triunvirato, requiriendo el retorno a la constitucionalidad quebrantada con el golpe de Estado al presidente Juan Bosch.
Fue de las principales activistas y fundadora de la Federación de Mujeres Dominicana -FMD-, que era un frente de masas influido por las organizaciones de izquierda, reclamando con vehemencia los derechos de la mujer excluida. Entonces Hilda militaba en el 14 de Junio.
Al exigir la autonomía de la Universidad, organizó tramas y manifestaciones de protestas denunciando la corrupción del Triunvirato, requiriendo el retorno a la constitucionalidad quebrantada con el golpe de Estado al presidente Juan Bosch.
La vida familiar y las actividades políticas se desarrollaban de forma cotidiana, ya que su casa era un centro donde se organizaban y realizaban actividades en pro de la causa política.
Organizaba actividades como eran unas famosas giras a la Playa de Guayacanes, para recaudar fondos, en las cuáles durante todo el trayecto se entonaban los himnos del 14 de junio, la revolución de abril y la cancion "Natalí".
En su casa se celebraban fiestas familiares con frecuencia, pero en realidad era para ocultar reuniones políticas que allí se celebraban, a las que no todos los presentes en dichas fiestas tenían participación o tenían conocimiento de las mismas.
Su esposo , quien era contador, se unió a sus luchas políticas como tesorero del comité barrial del 14 de Junio que operaba en la casa de Hilda en Villa Duarte, del cual ella era dirigente.
En sus afanes políticos promovió la táctica conocida como ‘Hilda Gautreaux’, tesis política adoptada en 1968, que sustituyó de la línea política y organizativa de "lo mejor al campo",por "lo mejor a los cuarteles".
Las visitas constantes de personas conocidas como lo fue Guido Gil, Enma Tavarez Justo, Rafael (Cocuyo ) Baez, Jorge Puello Soriano mejor conocido como el Men, Oto Moralez, Amin Abel Hasbún, Amaury Germán Aristy y Bienvenido Leal Prandy (La Chuta), y una lista interminable de connotados luchadores de la resistencia dominicana en contra de las barbaries sociales y políticas que en esos momentos ocurrían en nuestro país.
LA REVOLUCIONARIA
Como revolucionaria, tuvo una activa participación en la guerra de abril de 1965.
A pesar de que no tuviera conocimiento en el manejo de armas de fuego, no dudó en tomar una carabina entre sus manos y unirse a los combates, participando desde sus inicios en los combates que se realizaron en el Puente Duarte en los días posteriores al 24 de abril.
Mas luego se integró en la lucha revolucionaria desde el comando médico que estaba en el Hospital Padre Billini, en la zona Constitucionalista, donde realizaba actividades de cuidados a los heridos.
Sus hijos, aunque quedando huérfanos a corta edad , heredaron de ella no solo la humildad y la pobreza sino la rebeldía contra los atropellos y la sensibilidad social ante el sufrimiento ajeno, los cuales describen a su projenitora con veneración, como una guerrera.
En medio del activismo político, se graduó de Doctora en Derecho en el 1966, graduación en la que el entonces Rector de la UASD, Dr. Ulises Castaños Espaillat le solicitó al decano de la facultad, le permitiera ser él , quien le entregara el título.
Desde su condición de abogada , se echó a cuestas la defensa de los presos políticos de esa y otras organizaciones opositoras, en los días difíciles de la dictadura balaguerista, defendiendó a los presos políticos en en los tribunales del país.
En una ocasión insólita, Hilda fue su propia intercesora. Tras 13 días en solitaria mandó a buscar su toga y su birrete y se autodefendió, resultando descargada.
SU LEGADO
-Como mujer se enfrento a una sociedad machista donde las mujeres solo se limitaban al cuidado de la familia y los quehaceres del hogar, demostrando que la mujer puede tener una participación activa en la vida política y social.
-Como política tuvo una importante participación dentro de lo que fue el movimiento izquierdista.
Es muy pocos lo que se conoce sobre esta dama audaz y de sus intrépidas actuaciones, del coraje y de la determinación de esta mujer, a quien tantos testifican deber la vida, que apenas pesaba 96 libras, que desatendió el asma que desde niña padecía, Hilda murió pobre a los 36 años.
En la provincia de Santo Domingo Este existen dos calles con su nombre, una en el sector de la Caña y otra el el sector de Maquiteria, a pesar de que fue en los sectores de la zona Colonial en donde residió por muchos años y en los sectores de San Carlos y Villa Francisca donde fue mas conocida por sus actividades políticas, luego de la revolución constitucionalista de 1965.
La denominación de su nombre en el sector de la Caña en Santo Domingo Este, fue elegido por los moradores del lugar.
La del sector de Maquiteria fue denominada por la Sala Capitular del Ayuntamiento durante la Alcaldía de Jhonny Ventura.
La Facultad de Ciencias Jurídicas y política de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) se designó con su nombre durante la rectoria de Roberto Santana, quien a su vez , re modelo la tumba donde yace la luchadora en el cementerio de la avenida Máximo Gómez y solicitó al síndico Johnny Ventura los derechos sobre el sepulcro como un monumento de su memoria para la alta casa de estudios.
Reciemente fue denominado con su identidad el comité municipal del Movimiento Izquierda Unida, en Navarrete, y en 1969 el MPD llamó Hilda Gautreaux su histórica “Conferencia de cuadros”
Para describirla con un párrafo del poema "Párrafos y versos de mujeres, disparados desde la falda de la Patria"del periodista .Ramón Danilo Correa, escrito como homenaje a la participación de las mujeres en la gesta del 24 de Abril 1965, para describir la personalidad de la Dra. Hilda Gautreaux.
Texto: Rosario Annerys Pénson Gautreaux ( hija )
Foto: Hilda Gautreaux y Montes Arache, durante la revolución del 65.


La intrépida Hilda Gautreaux.

Hilda Consumió los escasos años de su vida luchando por la libertad y la justicia, denunciando abusos, combatiendo y curando heridos en la guerra, localizando y defendiendo en estrado a presos políticos y haitianos exiliados, asesorando legalmente a sindicalistas, reclamando con vehemencia los derechos de la mujer excluida.
Hilda Gautreaux Rijo, militante del 14 de Junio y luego del Movimiento Popular Dominicano, se empleó con ardor a demandar la salida de los remanentes del trujillato, exigir la autonomía de la Universidad, organizar tramas y manifestaciones de protestas denunciando la corrupción del Triunvirato, requiriendo el retorno a la constitucionalidad quebrantada con el golpe de Estado al presidente Juan Bosch.

Quebradiza, desgastada de salud, su foto “recorrió el mundo” en el lomo de un mulo en que cargó desde las lomas de San José de Ocoa el cadáver de Orlando Mazara, asesinado por el régimen balaguerista en 1967.
Compañera de ideales del poeta Jacques Viau, con el que compartió la Avanzada Médica de los comandos B-1 y B-3 en la revolución de 1965, fue la abogada de su hermano Leonel Viau, preso y buscado por la dictadura duvalierista. Logró liberarlo, asilarlo y sacarlo del país envuelto en la bandera de México con destino a Curazao.
Asimismo, obtuvo la libertad de Efraím Reyes Soriano (Pocholo) y en abril salvó la vida a militares que después se convirtieron en sicarios de la izquierda. Uno de los que libró de la muerte fue a Caonabo Reynoso Rosario, “que quiso escapar de los constitucionalistas vestido de mujer”, según testimonian sus hijos. Pasada la contienda bélica el militar allanó la casa donde ella vivía, en la Juana Saltitopa, buscando a Maximiliano Gómez.
En una ocasión insólita, Hilda fue su propia intercesora. Tras 13 días en solitaria mandó a buscar su toga y su birrete y se autodefendió, resultando descargada.
Padeciendo estrechez económica, enfermedad, en medio del activismo político, los apresamientos y allanamientos, estudió derecho, en una mano la batea de ropa que lavaba y en la otra un código civil que mecanografió y encuadernó porque no tenía con qué comprar el original. Se graduó summa cum laude.
Fue la asesora legal del sindicato “caliente” de la Coca-Cola, de Poasi y de Foupsa Sesitrado.
Pero muy pocos saben de las intrépidas actuaciones, del coraje y de la determinación de esta mujer que apenas pesaba 96 libras, que desatendió el asma y murió pobre a los 36 años. Sus cuatro pequeños vástagos quedaron desamparados, heredando de ella no solo la humildad y la pobreza sino la rebeldía contra los atropellos y la sensibilidad social ante el sufrimiento ajeno.
En Santo Domingo existen dos calles con su nombre, y la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UASD se designó Hilda Gautreaux. Recientemente fue denominado con su identidad el comité municipal del Movimiento Izquierda Unida, en Navarrete, y en 1969 el MPD llamó Hilda Gautreaux su histórica “Conferencia de cuadros”. Pero es poco lo que se conoce sobre la dama audaz a quien tantos testifican deber la vida. Desde que ella falleció los camaradas se alejaron de su prole. Algunos sufren graves penurias.
De ella habla con admiración e inocultable dolor por su partida a destiempo, por el desconocimiento de sus luchas, Rafael Báez Pérez (Cucullo), que compartió con ella en el 1J4, en el MPD, en la conflagración de abril. Hilda fue de las pocas personas a las que invitó a sus bodas con Marianela Barbour González en 1965.
También ofrecen revelaciones sobre la firme guerrera sus hijos Ramsés y Annerys Penson Gautreaux. Son cuatro, pero Aracelis no acudió a la entrevista por limitaciones visuales. La alcanzaron disparos de perdigones en una manifestación en el parque Independencia que afectaron su retina y está casi ciega por falta de recursos para una cirugía. El menor, Gustavo, acaba de ingresar a un nuevo trabajo que no podía desatender.
Ramsés y Annerys conversan con veneración sobre su madre. Aunque las hembras pasaban más tiempo con sus tías Abigaíl y Alicia Penson, hijas de César Nicolás Penson, y Gustavo con su abuela paterna, Aracelys Mota Santana, vivían integrados a las actividades políticas de Hilda y la visitaban y observaban durante la guerra. Las Penson acogieron a las niñas como suyas porque una de ellas no se casó y la otra no tuvo hijos. Además, en una oportunidad sus viviendas estuvieron una frente a la otra, en la Isabel la Católica.
De Hilda no tienen fotos ni sus hijos. Existe una borrosa que encontraron en Internet. Cucullo Báez conservaba una de cuando ella asistió a su matrimonio pero la extravió. No apareció ninguna en el Archivo General de la Nación ni en otros privados. Se investiga la que “recorrió el mundo” cuando rescató los despojos de Mazara. La información sobre ella es escasa pero Annerys trabaja en una biografía extensa.
“En este país los hombres y las mujeres que han dedicado lo mejor de su vida a la democracia y a la libertad y en contra de la corrupción y la impunidad, no han tenido el reconocimiento de los gobiernos que nos han sucedido”, declaró Báez Pérez. Agregó que la historia no consigna la entrega de Hilda “porque fue una luchadora de izquierda y era una mujer humilde, del pueblo”.
Cuando cayó enferma de gravedad, Hilda fue llevada al hogar de Orlando Rodríguez, en la avenida Mella. “De ahí la llevaron al Padre Billini, me lo informaron de inmediato y fuimos a verla mi esposa y yo. Murió en pocos días. Conseguí que Blandino donara el ataúd”, narra Cucullo Báez.
Hilda nació en Santa Cruz de El Seibo el 12 de julio de 1932, hija de Bienvenido Gautreaux y Carmen Carlos. Estuvo casada con Gustavo Penson Mota, contador, tesorero del comité barrial del 14 de Junio que operaba en la casa de Hilda en Villa Duarte, del que ella era dirigente. Expiró el 15 de junio de 1968 y Gustavo el 14 de enero de 1977.
En otras entregas se ofrecerán más revelaciones sobre la fugaz existencia de Hilda.
Por otro lado, se informó que durante su rectoría en la UASD, Roberto Santana remodeló la tumba donde yace la luchadora en el cementerio de la avenida Máximo Gómez y solicitó al síndico Johnny Ventura los derechos sobre el sepulcro para la casa de estudios.

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