Keith Wyman es padre de Cody, un bebé de dos años que encontró la manera de burlar la valla de seguridad de la piscina de su casa en Attleboro (noreste de EE UU). Cuando Wyman sorprendió al pequeño in fraganti, avisó a su esposa, Tonya, y ambos decidieron que debían alertar a otras personas de este peligro. Para ello, decidieron dejar que Cody trepara de nuevo hasta el borde de la piscina y lo grabaron todo en vídeo, aunque sin bajar la guardia por si el menor caía al agua.
Las imágenes, que fueron compartidas a través de Facebook el pasado 22 de junio, han sido reproducidas desde entonces más de 28 millones de veces. Las acompañaron de un mensaje dirigido a otros padres: "Os insisto en que vigiléis a vuestros hijos alrededor de las piscinas". Una vez logrado el objetivo de dar la voz de alarma, el matrimonio Wyman ya solo tiene pendiente otra de las medidas que anunció: cambiar la supuesta medida de seguridad por una más fiable.
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