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Lewis Hamilton se proclamó este domingo campeón del mundo de Fórmula 1 por quinta vez e iguala en la clasificación histórica al argentino Juan Manuel Fangio.
Le bastaba al piloto de Mercedes con acabar entre los siete primeros o que Vettel no ganara la prueba y, aunque Hamilton hubiera querido subir a lo más alto del podio en México y pasearse por el mítico Foro Sol como vencedor de la carrera, la cuarta posición le valió para ser una año más campéon del mundo.
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Max Verstappen se impuso en la prueba en un fin de semana magistral del piloto de Red Bull. Le acompañaron en el podio los Ferrari de Vettel y de Raikkonen
Con su cuarta palza en México, Hamilton alcanzaba los 258 puntos, una cifra inalcanzable ya para el resto de pilotos a pesar de que quedan aún dos pruebas para que se termine la temporada
Es el quinto título para el británico tras los de 2008, 2014, 2015 y 2017, colocándose a la misma altura que Fangio (1951, 1954, 1955, 1956 y 1957) y quedándose a dos coronas del récord absoluto: las siete que logró el alemán Michael Schumacher entre 1994 y 2004.
Hamilton se hizo con la quinta corona, a falta de los grandes premios de Brasil y Abu Dhabi, en una carrera en la que sufrió lo indecible con los neumáticos y en la que nunca pudo pelear por la victoria.
Verstappen, ganador por segunda vez consecutiva en México, se puso en cabeza en la arrancada al superar a su compañero de equipo y autor de la pole, el australiano Daniel Ricciardo, y tras batallar hasta la primera curva con Hamilton, que se colocó segundo a la estela de Max.
El joven piloto holandés, que firmó la quinta victoria de su carrera y la segunda de 2018 (ganó en el Gran Premio de Austria), gestionó con inteligencia la prueba, sobre todo cuando Hamilton no pudo pelear con él porque sus gomas se empeñaban en impedirlo.
Vettel, por su parte, completó una gran carrera en búsqueda de la victoria que pudiera aplazar el ‘alirón’ de Hamilton, pero se quedó lejos de Verstappen. El alemán de Ferrari se hizo con la segunda plaza a falta de diez vueltas al adelantar a Ricciardo, que acto seguido tuvo que abandonar por avería en una carrera en la que comenzó desde la pole en busca de su tercera victoria del año pero en la que la sonrisa del sábado devino en llanto.
Sergio ‘Checo’ Pérez, por su parte, no pudo dar una alegría al público mexicano y tuvo que dejar su coche aparcado en el garaje de Force India a falta de treinta vueltas para el final. El piloto tapatío se quedó sin frenos y se vio obligado a retirarse de la prueba.
Corría la vuelta 41 y Checo se mantenía en la séptima posición de la carrera. En ese momento, un problema en los frenos del auto de la escuderia Force India le hizo desistir y el evento que más esperaba a lo largo del calendario de la Fórmula 1. Hasta ese momento, el piloto mexicano había realizado una gran estrategia en la administración de sus neumáticos.
Los españoles Carlos Sainz (Renault) y Fernando Alonso tampoco pudieron acabar el Gran Premio de México y tuvieron que abandonar por problemas mecánicos.
Carlos Sainz protagonizó de nuevo una brillante salida en la que paso del octavo al sexto lugar. El madrileño quedó después instalado en la octava plaza, en la que se mantuvo hasta que la mecánica de su Renault dijo “basta” en el giro 31.
Tampoco pudo acabar Fernando Alonso, en su caso mucho antes, en el quinto giro. Una pieza del chasis del Force India del francés Esteban Ocon desprendida en la largada tras un choque quedó alojada en la parte delantera del bólido del español de McLaren. Desde el muro el equipo le pidió que detuviera el coche. Fue su octavo abandono de la temporada y segundo consecutivo.
Con el campeonato de pilotos ya decidido, el Mundial se reanuda con el Gran Premio de Brasil del 9 al 11 de noviembre, en el circuito José Carlos Pace de Interlagos (Sao Paulo). marca.com
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