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SAN FRANCISCO DE MACORIS-.Una vez más fue sorprendido por agentes policiales, mientras violaba el toque de queda, el hombre que la pasada semana se hizo viral en redes sociales tras ser apresado por no cumplir con la disposición que prohíbe la circulación después de la 5:00 de la tarde, medida que busca frenar la propagación del COVID-19.
Un video, difundido por Telenord, captó el momento en que por segunda vez Víctor Manuel García Bonilla fue abordado por las autoridades mientras recorría las calles del sector Los Maestros de San Francisco de Macorís, municipio de la provincia Duarte que registra el mayor número de fallecimientos por coronavirus del total ocurrido a nivel nacional.
"Tú lo que tienes es una burla, míralo ahí, el charlatán que todos los días anda en las calles. Ese fue el que tanto defendieron las autoridades, mírenlo ahí, por el que tanto nos masacraron a nosotros los policías. Mírenlo ahí, a ver qué tiene que decir", decía, con tono de indignación, uno de los agentes que abordó al violador del toque de queda, mientras otro de los policías le ordenaba al hombre que se montara en la camioneta.Al ser cuestionado por los policías sobre por qué se encontraba violando nuevamente el toque de queda, García Bonilla dijo que no tenía medicamentos.
El primer incidente con este hombre se registró el 22 de marzo momentos en que fue abordado por los agentes mientras esperaba que una mujer le pasara, a través de las rejas de su casa, una funda de arroz crudo y aceite.
Como estaba en franca violación a la ley, García Bonilla pidió a los agentes que le “diera un chance” porque tenía hambre y estaba buscando qué comer.
Al no conmover a los policías, quienes le insistían que se montara en la camioneta, el hombre se sujetó de las rejas y dijo que prefería que lo mataran. Es en ese momento que los agentes usaron la fuerza para despegarlo de la barandilla y arrestarlo como establece la disposición para los que violen el toque de queda.
Por dicha acción, el director de la Policía, Ney Aldrín Bautista Almonte, dispuso la suspensión de los agentes que conformaban la patrulla y la destitución del comandante de dicha unidad. Además, ordenó que el hombre fuera trasladado al hospital de la Policía, en Santo Domingo, para que recibiera atenciones médicas. También, envió raciones de comidas a la casa de García Bonilla.
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