POR RAMÓN SANCHEZ-.
SANTO DOMINGO. En tiempo atrás viaje a mi pueblito Sabaneta de Yasica, al otro dia me encontré con Don Ignacio Vazquez un hombre nonagenario que fue compadre de mi padre. esperaban transporte, el viejo andaba con uno de sus tantos biznietos, era un adolescente. Por considerar que era algo tarde decidí llevarlo a su casa.
Cuando íbamos por el municipio de Los brazos, con su mano arrugada el anciano señaló lo poco que quedaba del río del mismo nombre del lugar, y por que no acuden a una institución gubernamental que lleva por nombre Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, vean, vean dijo, vea esa loma al otro lado del río, esa se la han comió delante de los ojos de las autoridades. Ahí habían arboles frondosos señaló.
Mire señor, yo puedo ser su papá, nací un poco mas pa, abajo de este rió, en esa época la única diversión que teníamos los muchachos era bañarnos por largas horas y cazar con tira-piedra, recuerdo que la lengua de los carpinteros las vendíamos a cinco centavos, en esa época no habían tantas maquinas pa viajar como ahora, y mire ahora, antes en cada casa habia un burro y un caballo dijo orgulloso.
Con el tiempo empezaron a mejorar la carretera, y cuando pensábamos que íbamos a estar mejor, vinieren los camiones a sacar arena y cascajo del río para llevarlo para Moca, brigadas de hombres tumbaron las palmas que servían de alimento para los cerdos y mire el resultado, hoy no tenemos ni río ni lugar donde cazar, y lo que es peor, la cabirma, el hojancho y la caoba se la llevan en los ojos de las autoridades para aserrarlas, antes dijo, un alcalde controlaba que nada de eso sucediera pero ahora los gobiernos no sirven pa, na.
Cuando llegamos a Jamao me dijo, vea esa loma, está pelá y nadie hace nada, es por esa razón que no le deje hablar, ya usted no conoce estos rumbos, lo mejor que hizo mi compadre fue sacarlo cuando estos empezó a desmejorar.
Una hija recibió al anciano y me dijo: papá habla mucho, el cree que todavía vivimos en lo tiempo de antes.
Cuando ya volvía me desmonte y tire alguna fotos, no sin antes encontrar una que me hizo sonreír. ya en mi casa entendí la queja de don Ignacio.
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Saludos a todos