Bridger Walker, no dudó en arriesgar su vida para salvar la de su hermana pequeña, que estaba siendo atacada por un perro. El can mordió al niño varias veces en la cara, pero finalmente consiguió agarrar la mano de la pequeña para sacarla del peligro y resguardarse.
El niño tiene heridas en la boca, la mejilla izquierda y el ojo, daños por los cuales recibió cirugía y 90 puntos de sutura. “Si alguien tenía que morir, pensé que debería ser yo”, comentó el niño a su tía en relación con lo sucedido.
Los padres de Bridger aseguraron que el niño se encuentra bien, recuperándose y sin perder un ápice de su energía y personalidad. En un comunicado publicado en Instagram, la madre resalta el irrompible vínculo que une a los dos hermanos, el carácter solidario y gregario del niño, y explicó con detalle cómo sucedió el incidente.
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