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Sobreviviente del 9/11 lamenta la división en EEUU





MIAMI
- Confieso que cuando me preparaba para esta entrevista me emocioné varias veces al escuchar los testimonios de una mujer, cuya sensibilidad, valor y voluntad la han convertido en pura fuente de energía.El destino le ha puesto pruebas contundentes, una de ellas fue el 11 de septiembre del 2001. Ese día, y a la misma hora del atentado, entrevistaba –muy cerca del World Trade Center– al entonces alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, durante su campaña electoral.

Tras el impacto en la primera Torre, comenzó a reportar en vivo para la cadena Univision. La distinguía una chaqueta azul que luego donó al Museo del 9/11. Detrás de ella, en las imágenes que dieron la vuelta al mundo, había pánico, una inmensa nube de polvo, y muerte. El agente Joe Toscano tuvo que rescatarla.

El histórico suceso transformó su vida, al punto de que tuvo que apartarse durante años de los recuerdos de la tragedia, renunció a todas las envidiables ofertas de trabajo que le hicieron y regresó a su tierra natal, República Dominicana. No fue hasta el 2010 que retorna al periodismo en EEUU, en un canal hispano.

Sofía Lachapelle tiene una vida triste y a la vez llena de regocijo, porque a pesar de todo es especialmente alegre y optimista. Vive para sus hijos Maximus (de 13 años) y Jayson (de 15 años), ambos autistas, su otra gran prueba. Creó la fundación "Un paso a la Vez" para dar vida, voz y aliento a miles de niños y padres en toda América.

La historia de esta mujer es fascinante e inspiradora; llena de regocijo, porque desde niña le gustó servir a los demás, ayudar a los que sufren y llevan el dolor por siempre; contribuir a que ese mismo dolor -desgarrador a veces- sea el mejor pretexto para levantarse, enfrentarlo todo y gritarle a la vida y a Dios, GRACIAS.

De su humilde, pero feliz niñez no recuerda mucho. “Te tengo que ser bien honesta. El 9/11 borró muchas de mis memorias. Esa es una de las secuelas del estrés post-traumático que sufrí. Recuerdo muy poco de mi infancia, pero fue normal. Mi familia salió de Dominicana y nos asentamos en Puerto Rico y de ahí termino en Nueva York”.

Después de casi 20 años de los atentados, ¿Quién es hoy Sofía Lachapelle?

Yo soy la misma persona, pero te diría que vivo no un día a la vez, sino un paso a la vez, como el nombre de mi fundación. Sigo siendo una persona con sentimientos de servicio al prójimo, me gusta la justicia social, no soporto los abusos. No cambié, pero sí entendí que el tiempo que tenemos es para servir y no para perderlo. A través de los años he ajustado ese estándar a mí y a la gente que me rodea. Yo he cortado muchísimas personas en mi vida a través de los años. Respeto a quien tiene otra forma de pensar, pero ese es –como digo– mi mundo.

Casi todos los periodistas deseamos cubrir un gran acontecimiento en nuestras vidas. Dejar un legado. ¿Pensaste en ese momento que había llegado tu oportunidad profesional?

Ningún periodista profesional quiere ser la estrella de un circo y menos de una tragedia tan dolorosa. Lo lamentable en aquella época fue que hubo compañeros de trabajo que en su momento dijeron: ¡Ay!, ojalá me hubiese pasado a mí. No me sentí decepcionada porque desde niña mis padres me educaron a no esperar nada de nadie. Ellos me enseñaron a que todo lo que eres y vas a ser, será por ti. Y eso me ha ayudado mucho a sobrevivir en este bello planeta.

Cuando donaste la chaqueta que vestías el día de los atentados, ¿fue un encuentro con el pasado o con el futuro?

Dentro de las cosas con las que me quedé estaba esa bendita chaqueta azul, que recuerdo que después de que me rescataron, el camarógrafo Humberto Acosta me dijo que regresáramos al camión de transmisiones para recoger cosas importantes allí, entonces recuperamos baterías adicionales para la cámara y vi la chaqueta, porque me la había quitado para cubrirme la cara del polvo negro.

Tú no imaginas las veces que metí la chaqueta en una bolsa y la tiré a la basura porque cuando la veía revivía todo nuevamente, minutos después la sacaba; me la llevé para Santo Domingo, regresé con ella a Miami y así hasta que un muchacho productor me llama y me dice que conocía a personas del museo del 9/11 y me pidió donar algo, entonces fue cuando salí de ese gran peso que tenía, algo que era un simbolismo muy grande para mí, pero que me traía terribles recuerdos.

La periodista Sofía Lachapalle frente al árbol de los sobrevivientes del 9/11.

La periodista Sofía Lachapalle frente al árbol de los sobrevivientes del 9/11.

Sofía, estuviste muchos días como testigo de la heroica labor de los bomberos, los rescatistas, los policías de Nueva York, la gente de Nueva York en busca de sobrevivientes. Casi 20 años después, el alcalde de esa ciudad y activistas de la izquierda radical quieren retirar fondos a las agencias policiales, desactivar los departamentos de la Policía. ¿Estás de acuerdo?

La policía es sumamente útil, sí creo que muchos fondos deben utilizarse en entrenamientos. Todo cuerpo de seguridad y servicios deberían estar mejor entrenados siempre. Joe Toscano, el policía que me rescató a mí, pasó a ser entrenador de los cuerpos policiales antiterrorismo en Nueva York. No olvidemos que detrás de cada uniforme, hay un ser humano, con problemas y con virtudes.

¿Guardas algún testimonio especial?

Miles y miles de testimonios. ¿Cómo yo me daba el lujo de estar agotada y pensar que tenía problemas, cuando veía cientos de familias en la Zona Cero esperando noticias de sus seres queridos? Yo llegaba a mi casa con más de 1,000 fotos diarias de las víctimas y aquello se convirtió en una gran tortura para mí. Ellos veían en ti la esperanza. Ver a diario a esos familiares sentados en el piso, esperando alguna noticia, día y noche, es algo que jamás podré borrar de mi mente. Eso para mí fue una gran responsabilidad.

¿Cómo ves el Nueva York de hoy, inmerso en los últimos dos meses en protestas, saqueos e incendios?

Creo que los sobrevivientes a los atentados terroristas del 11 de septiembre vemos esto con lástima, porque vivimos ahora en un país dividido. En el 9/11 yo vi una ‘América Unida’ y en este aniversario veo una ‘América Dividida’. Y claro que me duele, me duele mucho. ¿Por qué tanto odio, por qué pelear? Cuando miles de personas mueren por la pandemia, otros acuden a la violencia, a los golpes. No lo puedo entender.

¿Vivirías en el Nueva York de estos tiempos?

No, jamás. Yo nunca quise vivir en Nueva York. Me fui porque en Miami era muy difícil conseguir trabajo a tiempo completo en la televisión. Mi alma necesita de campo y de playa. Yo vivía en Nueva Jersey, frente al Río Hudson. Yo amo a los neoyorquinos, a los latinos de Nueva York, pero la ciudad no es un lugar predilecto para mí, incluso yo he rechazado ofertas de trabajo allí para regresar. Mi salud mental, está primero que todo. Y amistades mías me han dicho de todo, por las oportunidades que me han ofrecido, pero no me arrepiento de mis decisiones, solo de una y es en el plano personal.

¿Qué mensaje tienes para los jóvenes que no habían nacido cuando los ataques del 9/11?

Que tengan mucha compasión, que aprendan el significado de la palabra compasión, tolerancia. Cuando tú no te pones en el lugar del otro y no entiendes que todos somos iguales, no le encuentras sentido a la vida. Vivimos hoy en un mundo turbulento y egoísta. La juventud ha perdido esa compasión de nuestros abuelos, el verdadero amor al prójimo. Vivimos frente a una pantalla de computadora, de un teléfono, de un televisor.

¿Cuál es tu filosofía de la vida, cómo calificas el periodismo actual?

No ir demasiado a prisa, porque cometemos errores. Competir no significa llegar primero, competir para mí es lograr el resultado de mayor calidad. Hoy todo va demasiado rápido.

En los medios de comunicación tenemos un afán por ser los primeros y la calidad perece, algo que en el periodismo de antes no se veía tanto. Las redes sociales le han hecho mucho daño al periodismo. Desde la creación de Facebook para acá, cualquiera se cree periodista. Entonces, el respeto a la profesión se ha perdido con los llamados seudoperiodistas en las redes. Y me pregunto: ¿Qué les estamos dejando a nuestros hijos para que lean?

Una nueva vida

Sofía Lachapelle venció el 9/11, a pesar de que lleva el dolor consigo. Su intensa lucha por la comprensión y la cura del autismo es su gran misión desde hace años. Sus dos hijos desarrollaron esa condición y ella se ha entregado por completo a ellos y a miles de otros niños y familias que necesitan ayuda. Su vida no ha sido nada fácil, pero aprendió a regular el dolor y transformarlo en fe y esperanza, la misma que vio en miles de pupilas en la Zona Cero, después de aquel fatídico día de septiembre del 2001.

Síntesis biográfica

Nació en República Dominicana, y se graduó en la Universidad del Sagrado Corazón en Puerto Rico en 1995. Fue reportera del canal puertorriqueño WAPA TV y de noticias de Univisión en Miami y Nueva York, donde cubrió el atentado terrorista del 11 de septiembre del 2001. Sofía regresó a República Dominicana en el 2002 como presentadora de noticias para Canal 27, y en el 2004 condujo su propio show para Canal 13, llamado “Controversia”.

Reconocimientos

  • Premios Diario la Prensa, Periodista Latina del Año 2000
  • Premios A.C.E., Reportera del Año de Nueva York
  • Premios Cassandra República Dominicana, Nominada a Periodista del Año 2002
  • Nominada en 3 ocasiones a los prestigiosos premios EMMYS
  • Varios reconocimientos y distinciones otorgadas por la cobertura del 9/11 en New York por su valentía y muestra de profesionalismo

lmorales@diariolasamericas.com

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