WASHINGTON.- No hay resultados oficiales, pero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya se ha autoproclamado ganador de las elecciones presidenciales.
La decisión de los estadounidenses sigue en el aire por el retraso en el recuento en varios estados decisivos como Michigan, Wisconsin o Pensilvania y, aunque el número de votos electorales de los dos candidatos sigue muy reñido, ninguno ha alcanzado los 270 necesarios para conquistar la Casa Blanca.
En un discurso desde Washington, el republicano ha acusado al Partido Demócrata del intento de «robo de las elecciones» y ha amenazado con recurrir a la Corte Suprema para que detenga el recuento de los votos remitidos por correo después de meses poniendo en duda un método de votación que él mismo utiliza.
«Es un fraude para el público americano, una vergüenza para el país. Estábamos preparándonos para ganar estas elecciones y, francamente, las hemos ganado. Nuestro objetivo es garantizar la integridad de nuestra nación e iremos al Tribunal Supremo. Queremos que se detengan todos los votos, no queremos encontrar papeletas a las 4 de la mañana», ha declarado.
Contra el sistema electoral
Trump ha ganado en estados decisivos como Florida, Ohio o Texas y lidera el recuento en Pensilvania, Michigan o Wisconsin, pero el voto por correo podría terminar por inclinar la balanza del lado demócrata. Nada está garantizado y ningún escenario puede descartarse en las próximas horas.
Pero eso no ha impedido que el presidente cantase victoria en algunos territorios que todavía no han contabilizado todas sus papeletas. «Estábamos ganando todo y de repente se ha paralizado. Hemos ganado Florida por un gran margen, también el gran estado de Ohio, Texas, o Georgia y [los demócratas] nunca nos van a alcanzar», ha pronosticado.
«Sabían que no podían ganar […] Millones de personas han votado por nosotros y un grupo muy triste de gente está intentando arrebatarles su derecho al voto y no lo toleraremos», ha añadido.
El presidente ya había advertido el martes que perder «no sería fácil» y llevaba meses sembrando dudas sobre la fiabilidad del voto anticipado. Pero la judicialización de los comicios a través de la Corte Suprema no harían sino desestabilizar un país muy polarizado.
Defensiva demócrata
La posibilidad de que el presidente rechazase el resultado electorado sobrevolaba la campaña desde hace semanas. Y lejos de rendirse, los demócratas también amenazan con disputar todos los esfuerzos del republicano por subvertir el resultado final.
«La declaración esta noche del presidente, que intenta detener el recuento de votos debidamente emitidos, ha sido indignante, sin precedentes e incorrecta», ha señalado la jefa de campaña de Biden en un comunicado remitido a la prensa.
«Si sigue adelante con su amenaza de impedir la correcta contabilización de votos, tenemos equipos legales preparados para resistir esos esfuerzos», añade la nota de Jen O’Malley Dillon.
Trump cuestiona así al mismo sistema electoral que en 2016 le dio la victoria, una estrategia que no comparten en sus filas republicanas. «No hay base para plantear ese argumento esta noche. Simplemente, no lo hay», ha declarado el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie a la cadena ABC News. Sea como sea, la única certeza es que el pulso político se demorará, por lo menos, varios días.
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