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El agente está junto a otro, pero es él quien se acerca a las damas, que están sentadas una encima de la otra, y luego de zarandearlas, una de ellas lo muerde en la mano, y le da el golpe en el rostro a la más joven de las dos, lo que provoca un alboroto entre todos los presentes, que le reclaman que haya agredido a una mujer.
Las críticas no importaron al policía, quien tras quitarle o tratar de ponerle unas esposas en una de sus manos a una de las damas, se retira un poco de ellas y luego procede a amenazarlas con que de cualquier manera las va a apresar y les dice unas palabras obscenas.
El agente prosigue sus agresiones verbales contra las mujeres y les dice que “las agarramos tarde o temprano”.
Siguen los cuestionamientos de los presentes y un pariente de una de las afectadas que le reprochan su proceder y que el tipo de vehículo en que estaban que no era un oficial de la Policía Nacional, a lo que éste no hace caso.
El agente alegaba que tenía una orden, pero se notaba fuera de control.
Los policías se desplazaban en un Mazda Demio color gris placa A 771571.
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