POR VALENTIN PEREZ CUEVAS
Dijo que lo que acontece en esos penales es algo que la sociedad lo asimila como algo muy normal, como son los asesinatos a tiros, retiro de máquinas tragas monedas y la venta y distribución de drogas, como si tratase de un producto de primera necesidad.
Refirió, que existe una complicidad triangular entre el gobierno, el empresariado y los reclusos, donde cada uno recibe cuantiosos beneficios para su disfrute y comodidad; a esto sumémosle lo que muchos conocen como el «código del silencio», que no es más que el mutismo que mantiene el alcaide, los propios internos y el cuerpo policial encargado de la seguridad de las cárceles, donde cada uno recibe beneficio de manera individual.
El comunicador subrayó que nadie como los reclusos goza de más libertad para delinquir, y que podría parecer una contradicción, pero, es desde las cárceles que se organizan los grandes crimines que se consuman en las sociedad dominicana, y donde se orquestan los más mayúsculos robos y atracos que se perpetran en el país.
Así mismo, dijo que desde las cárceles se comenten grandes crímenes financieros relacionados con las tarjetas de créditos, recargas y tarjetas de llamadas. Y por qué ocultar que los penales dominicanos son gigantesco centros de prostitución donde se vende carne al granel y se pagan considerables sumas de dinero por los famosos « polvos de gallos ».
«Son los empresarios de las telecomunicaciones los más beneficiados de todo ese entramado que se orquesta en esas cárceles, que han boicoteado en innumerables ocasiones la ley propuesta que prohíbe colocar bloqueadores de señal en esos lugares, para que no funcionen los celulares, ni ningún otro artefacto de comunicación. Pero, eso no conviene, porque de aprobarse una ley parecida iría contra sus intereses», expresó.
El también auditor manifestó que pocos hablan del tema, por 2 razones:
Por miedo a que desde adentro les armen un complot y los asesinen.
Por no entrar en contradicción con un empresariado poderosos y un gobierno encubridor.
« En este país hay cárceles que solo pueden ser comparadas con las peores cárceles africanas, y mientras siga esa complicidad triangular entre gobierno, empresariado, e internos, sumado al código del silencio, dirigido por los alcaides y los custodia, las cárceles dominicanas serán un verdero cementerio de hombres vivos tal y como reza la salsa de Grupo Niche, que deja grandes beneficios a unos cuantos y mucha desgracia a las familias y a la sociedad dominicana». Aseguró Pérez,
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Saludos a todos