FLORIDA-.Una verdadera tragedia llenó de luto a Boca Ratón, Florida, el pasado domingo.
Y es que el joven Ramiro Gómez de tan solo 18 años se mató tras chocar a toda velocidad en una SUV Hyundai y provocó la muerte de otras cuatro personas, incluidos dos niños de 13 años.
El joven iba a una velocidad no permitida y llevaba a otras siete personas en el vehículo. El impacto fue tan demoledor que salió volando y cayó encima de un Mercedes Benz, provocando la muerte de sus dos pasajeros de 50 años.
Brielle Snowden y Sebastian Rivas de 13 años murieron en el acto. El resto de los ocupantes de entre 12 y 14 años salieron disparado del vehículo, en una verdadera escena de horror.
La oficina del alguacil del condado de Palm Beach explicó que Ramiro conducía demasiado rápido la camioneta cuando perdió el control con siete niños de entre 12 y 14 años a bordo en plena madrugada.
Según los primeros reportes, seis de los pasajeros que viajaban en el asiento trasero salieron expulsados por el tremendo choque en la avenida Camino Real. El auto se estrelló contra un poste de luz de concreto y rebotó contra un Mercedes-Benz cerca de la intersección de Sanibel Drive.
Los dos ocupantes del Mercedes C250 2014, descritos solamente como un hombre de 58 años y una mujer de 55 años, residentes de Boca Ratón, fueron trasladados de emergencia a un nosocomio, donde posteriormente murieron.
Gómez falleció en el lugar de la tragedia junto con sus pasajeros Sebastian Rivas y Brielle Snowden.
El resto de los niños fueron hospitalizados con diversas lesiones. Según Daily Mail había uno en estado crítico.
La policía descartó que el alcohol y las drogas hayan influido en el accidente, pero la velocidad probablemente fue un factor.
En el lugar de los hechos la comunidad realizó un memorial improvisado con fotos, flores y globos, para recordar a las víctimas.
“Hacía que todos se sintieran como hermanos y hermanas”, dijo un amigo de Sebastian, Joey Balsamo, a CBS12 News. “Daba mucho amor”.
Amelia, hermana de Sebastian, lo describió como un protector que siempre la apoyó y consoló.
“Él siempre me ayudó cuando estaba deprimida”, dijo.
Amelie Rivas dijo que esperaba que Sebastián llegara a casa temprano el sábado por la noche, pero nunca lo hizo. A las 5 de la mañana del domingo, la familia recibió una llamada del mejor amigo de Sebastián, informándoles sobre el accidente.
Brielle Snowden cursaba el octavo grado en Boca Raton Community Middle School, donde la consejera Marie Karl la describió como una “joven increíble”.
“Fue amada por muchos y la extrañaremos”, dijo Karl a Sun-Sentinel. “Tuve la suerte de haberla conocido y haber sido su consejera escolar”.
La mejor amiga de Snowden, Juliana Passarelli, le dijo al periódico que era el tipo de chica que haría todo lo posible por ayudar a cualquiera.
“Era el tipo de chica que iluminaba una habitación y hacía sonreír a todos tan pronto como entraba… Era el tipo de chica que siempre hacía reír a todo el mundo”.
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