EPO-.RUSIA El pasado 24 de marzo se cumplió un mes desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania. Pese a la gran cantidad de bajas sufridas, las tropas invasoras de Vladimir Putin continúan el asedio al país vecino en medio de denuncias de crímenes de guerra. Sin embargo, según reportó el Estado Mayor de las fuerzas ucranianas, el jefe de Estado ruso evalúa declarar el fin de la incursión militar en una simbólica fecha.
La propaganda rusa “impone la idea de que la guerra debe terminar antes del 9 de mayo de 2022″. No se trata de cualquier fecha. Cada 9 de mayo Rusia celebra el Día de la Victoria con un extravagante desfile en la Plaza Roja de Moscú para conmemorar la rendición de la Alemania nazi y el fin de la Segunda Guerra Mundial.
“Según la información disponible, entre el personal de las fuerzas armadas de la Federación Rusa se lleva a cabo constantemente una labor de propaganda que impone la idea de que la guerra debe terminar antes del 9 de mayo de 2022″, anunció esta semana el Estado Mayor de las fuerzas ucranianas.
El Día de la Victoria es una fiesta nacional en Rusia. Ese día cierran la mayoría de las oficinas públicas, las escuelas y las empresas.
Desde su llegada al poder, Vladimir Putin aprovechó cada año esa fecha para exhibir el poderío militar ruso y para recrudecer su discurso contra Estados Unidos y Occidente. El año pasado, durante la celebración en la Plaza Roja de Moscú, aseguró que su país defendería “firmemente” sus intereses geopolíticos.
Los países occidentales de Europa, en tanto, celebran el Día de la Victoria el 8 de mayo. Rusia y otros países del bloque soviético lo hacen un día después porque el fin de la guerra se produjo pasada la medianoche local, ya entrado el 9 de mayo.
Mientras tanto, las tropas de Putin continúan su avance en suelo ucraniano, con el gran objetivo de tomar el control de Kiev, la capital.
Después de reiteradas amenazas, el presidente ruso dio luz verde a la invasión militar el pasado 24 de febrero, con la esperanza de que la incursión sería breve y lograría terminar con el gobierno de Volodimir Zelensky. Pero nada de eso ocurrió. Putin no se esperaba el gran poder de resistencia de las fuerzas ucranianas. Tampoco imaginaba la magnitud de las sanciones impuestas por Estados Unidos y las potencias occidentales.
La semana pasada la OTAN estimó que 40.000 soldados rusos murieron, están heridos, son prisioneros o permanecen desaparecidos desde el inicio de la invasión. Un alto funcionario de la alianza atlántica indicó que la cifra de militares rusos caídos oscila entre 7.000 y 15.000.
Además, se especula que Rusia también ya habría perdido más del 10% de sus equipos, lo que perjudica seriamente su capacidad para mantener el ritmo de operaciones.
A medida que crecen las denuncias de crímenes de guerra por parte de las tropas rusas, el Kremlin sigue destacando la labor de sus militares. Este domingo Putin aseguró que el país está orgulloso de sus soldados que “cumplen con su deber” en Ucrania.
En su mensaje por el Día de la Guardia Nacional (Ros Gvardiya), que se celebra este domingo, sostuvo que “la situación real de combate está ciertamente asociada con altos riesgos”. “Sé muy bien cómo actuáis en tales situaciones: con valentía y profesionalidad, habilidad, decisión y sin miedo. Nuestro enorme país está orgulloso”.
De acuerdo a las últimas evaluaciones del Reino Unido, las tropas invasoras de Putin buscan rodear a las fuerzas ucranianas que están peleando en el Donbás, en el este del país. Para ello, están desplazando a tropas desde sus posiciones en Kharkiv, en el norte, y Mariupol, en el sur, donde se libran dos de las principales batallas de la guerra.
“El frente bélico en el norte de Ucrania permanece en gran parte estático, con contraataques ucranianos que obstaculizan los intentos rusos de reorganizar sus fuerzas”, indica el informe que el Ministerio de Defensa británico elabora a partir de sus datos de inteligencia.
Por su parte, las fuerzas ucranianas indicaron que las instituciones médicas rusas, establecidas en el territorio cercano a la frontera con Ucrania, están “ocupadas por militares heridos de la Federación Rusa que participaron en la guerra contra Ucrania”.
“Con carácter de urgencia, el enemigo está tomando medidas para renovar la capacidad de combate de las unidades aéreas de las tropas aerotransportadas, que han sufrido pérdidas críticas tanto en personal como en equipo militar”, detalló el Ejército ucraniano, que también destacó las “enormes dificultades” que están afrontando las tropas de Putin en su avance hacia Kiev.
En Crimea, por ejemplo, una brigada rusa celebró una ceremonia para 100 miembros fallecidos. Algo similar ocurrió en la ciudad de Sebastopol, donde afirmaron que habían muerto marinos de la flota del Mar Negro.
La actualización de las Fuerzas Armadas de Ucrania dijo que las tropas rusas habían establecido un “campo de filtración” en Dokuchaivsk, en la región de Donetsk, para los civiles que intentan huir de la ciudad sitiada de Mariupol, donde, según las autoridades locales, se está cometiendo un “genocidio” contra la población civil.
El régimen ruso, por su parte, continúa amenazando con el posible uso de armas nucleares en Ucrania. Dmitri Medvédev, ex presidente ruso y vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, dijo el sábado que Moscú podría atacar con bombas atómicas a un enemigo que sólo utilizara armas convencionales.
“Tenemos un documento especial sobre la disuasión nuclear. Este documento indica claramente los motivos por los que la Federación Rusa tiene derecho a utilizar armas nucleares. Hay algunos de ellos, permítanme recordarles: el número uno es la situación, cuando Rusia es golpeada por un misil nuclear. El segundo caso es cualquier uso de otras armas nucleares contra Rusia o sus aliados”, enumeró.
“El tercero es un ataque a una infraestructura crítica que haya paralizado nuestras fuerzas de disuasión nuclear. Y el cuarto caso es cuando se comete un acto de agresión contra Rusia y sus aliados, que ponga en peligro la existencia del propio país, incluso sin el uso de armas nucleares, es decir, con el uso de armas convencionales”, disparó subiendo aún más la tensión con Occidente.
Putin dijo a fines del mes pasado que las fuerzas nucleares de su país deberían estar en alerta máxima, lo que generó temores de que la invasión de Ucrania por parte de Rusia podría conducir a una guerra nuclear.
Rusia dispone de unas 6.000 cabezas nucleares, el mayor arsenal del mundo.
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