El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, condenó el ataque y lo tildó de “despreciable y cínico”.
“No perdonaremos, nos vengaremos”, dijo el mandatario, al tiempo de considerar que el bombardeo no tenía “justificación y muestra la impotencia del agresor”.
Anteriormente, el alcalde de la ciudad, Igor Terekhov, había asegurado que solo tres personas murieron y otras diez fueron heridas, pero el gobernador regional, Oleg Sinegubov, informó en Telegram que el saldo de víctimas había subido.
“Por desgracia, el número de muertos y heridos tras el bombardeo… ha aumentado: seis personas murieron y 16 resultaron heridas”, dijo Sinegubov.
Terekhov añadió que el ataque también provocó un gran incendio en un bloque de viviendas.
Las Fuerzas Armadas ucranianas también confirmaron que se registraron ataques rusos en Lebiazhe y Bazaliivka, en un intento por ganar terreno en la región de Kharkiv.
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