EPO-.AUSTRALIA-.Chris Dawson es un exjugador de rugby profesional que vivía junto a su esposa Lynette y sus dos hijos en un suburbio de Sidney. Era una pareja que vivía en una zona tranquila, a pocos minutos del centro de la ciudad australiana. Todo iba bien: el matrimonio compartía asados en los patios traseros de las casas con los vecinos y los hijos andaban en patineta por las calles desiertas. Pero todo cambió una tarde de enero 1982 en la que la mujer desapareció para siempre sin dejar ningún tipo de rastro. Tenía 33 años en ese momento.
Desde finales de la década del 70, Chris había dejado el rugby profesional y daba clases de educación física en escuelas públicas cercanas a su casa. Mientras hacía ejercitar a los chicos cerca de las playas australianas, al norte de Sidney, el hombre se enamoró de una de sus alumnas. Joanne Curtis tenía 16 años cuando quedó deslumbrada por el imponente físico del ex rugbier y comenzaron un romance secreto.
Chris se obsesionó con la adolescente. A esto se agrega que la joven venía de una familia disfuncional de clase baja australiana que estaba atravesada por la violencia de género y el alcoholismo de su papá. Así, Joanne encontró en Dawson un refugio a su compleja situación en su casa.
Sexo prohibido con una alumna
Así, arrancó una relación prohibida entre la chica de 16 años y Chris que la doblaba en edad. Pero eso no fue todo, para facilitar los encuentros íntimos, el hombre contrató a Joanne como niñera. Es más, Joanne confesó que tenía sexo con Chris a espaldas de Lynette cuando la mujer dormía o estaba en la ducha.
En Australia, la edad mínima de consentimiento sexual es los 16 años. Por ese motivo, la Justicia no consideró la acusación de abuso sexual en el caso de Dawson y Joanne.
La pasión entre Chris y la adolescente fue creciendo a espaldas de Lynette. Meses antes de la desaparición de su esposa, Joanne le había impuesto a su amante un ultimátum. O se separaba o terminaría la relación. No quería seguir siendo sólo su amante. El ex rugbier estaba desesperado, pero su esposa se negaba al divorcio. Apenas un mes después, la mujer desaparecería para siempre sin dejar rastros.
Tres días después de la desaparición de Lynette, Joanne ya estaba instalada en la casa de los Dawson y cuidaba a los hijos pequeños del matrimonio. Chris siempre negó haber matado a su esposa. El hombre insiste ante todos los tribunales en los que tuvo que declarar que ella los abandonó a él y dejó solo a sus dos hijos para unirse a un grupo religioso.
Cuando ya Chris convivía con Joanne, reveló que recibió llamados telefónicas de su esposa en la que la mujer sostenía que necesitaba “tomarse un tiempo” para pensar sobre cómo seguir la relación. El hombre sostuvo que luego fueron varias comunicaciones más, pero nunca pudieron ser comprobadas por la Justicia.
Chris, además, aseguró que varias personas aseguran que vieron a Lynette viva después de enero de 1982. Dos años después de la desaparición de Lynette, en 1984, Chris Dawson y Joanne Curtis se casaron y tuvieron una hija. La pareja se divorció en 1993.
La desaparición de Lynette quedó sin resolverse durante 40 años. Sin embargo, el martes 23 de agosto un juez de la Corte Suprema de Nueva Gales del Sur en Australia declaró a Chris Dawson, de 74 años, culpable de haber asesinado a su esposa Lynette. El nuevo juicio se realizó con la información surgida de un podcast de investigación que volvió a poner el caso en el tapete en el 2018 llamado The Teacher’s Pet (“La mascota del profesor”).
Antes de estas condena hubo otro dos juicios que buscaron saber lo que había pasado con Lynette. Fueron dos investigaciones en el 2001 y 2003. Ambas concluyeron que la mujer estaba muerta y que habría sido asesinada por una “persona conocida”. Sin embargo, los jueces de ese momento no hallaron pruebas suficientes para presentar cargos. Recién en 2018, el periodista Hedley Thomas investigó el caso en su podcast y logró llegar a la verdad. Lynette había sido asesinada por Chris Dawson.
La sentencia
El juez Harrison explicó en su veredicto que pese a que ninguna de las pruebas era concluyente en sí misma, tras evaluarlas en su conjunto decretó que la culpabilidad de Chris Dawson era “persuasiva y convincente”.
Harrison descartó la versión sostenida por el acusado de que Lynette Dawson abandonó su hogar voluntariamente. El magistrado argumentó que Lynette “idolatraba a sus hijos y a su esposo” y que todas sus posesiones permanecieron en la casa conyugal tras su desaparición. “Se hallaron incluso sus lentes de contacto en un contenedor azul, cuando el señor Dawson entregó sus pertenencias”, alegó el magistrado en su veredicto de culpabilidad.
Además, desde que Lynette desapareció, ninguno de sus amigos y familiares tuvo noticias o algún indicio de que pudiera estar viva en algún lugar. Considerando en su conjunto la evidencia circunstancial, el juez afirmó que “sin duda alguna” Chris mató a su esposa y se deshizo de su cuerpo. Tras el veredicto, el culpable fue esposado y abandonó la sala sacudiendo la cabeza en señal de inconformidad.
Durante el juicio se conocieron textos de un diario íntimo de la mamá de Lynette. Allí se detallan conversaciones con su hija en los meses previos a su desaparición. En un extracto de un diario del 6 de enero de 1981, la mujer relató una fiesta de Navidad en su casa a la que asistieron su hija y Chris.
“Chris dijo de nuevo “¡Solo quiero cuidar de mis dos niñas! Y Lyn está en la cocina, que es donde pertenece”. En otra entrada del diario, la mujer escribió: “Lyn quiere que Chris vea a un médico para ver qué lo enoja tanto”.
La hipótesis de cómo fue el femicidio
Durante el juicio, los fiscales se preguntaron cuál fue la forma en la que Chris sometió a Lynette para luego asesinarla ¿Dawson puso alguna droga en la bebida de su esposa la noche en que la asesinó? La evidencia escuchada en el juicio incluyó que Dawson ya lo había hecho para desmayar a Lynette y poder tener sexo con Joanne.
Las bebidas fueron tan efectivas para dejarla inconsciente que Lynette, una bebedora social de poco más de 30 años, a veces estaba tan estupefacta que se quedaba dormida mientras aún estaba en su sillón.
La idea de que las bebidas hechas por Chris Dawson, un abstemio de toda la vida, junto con su hermano gemelo idéntico Paul, también podrían haber contenido un sedante nunca se mencionó durante las diez semanas de prueba. Lo que se mencionó fue la espeluznante última conversación de Lynette Dawson con su madre Helena Simms, que de hecho fue la última vez que la mujer habló con alguien que no fuera su esposo.
Helena pensó que en la conversación, Lyn sonaba ‘encandilada’ y le dijo a su madre que Chris acababa de prepararle una “bebida deliciosa”. Ya sea que estuviera drogada o no, y si Dawson asfixió a su esposa o la mató de otra manera antes de contemplar cómo podría deshacerse de su cuerpo, las últimas palabras de Lyn adquirieron un significado siniestro.
La búsqueda del cuerpo de Lynette
La familia de Lynette le suplicó a Dawson que revele la ubicación del cuerpo de la madre de dos hijos para que puedan dejarla descansar después de 40 años.
Los investigadores que trabajan en el caso establecieron dos teorías sólidas: la primera fue que Lynette fue enterrada en el patio trasero de la casa familiar que la pareja compartía con sus hijas pequeñas en las playas del norte de Sydney. Las excavaciones policiales en el patio a lo largo de los años y la tecnología de penetración en el suelo no proporcionaron pistas significativas, excepto por un saco de lana destruido con lo que parecían ser marcas de cuchillos que los expertos no pudieron vincular con Lynette.
Durante el juicio se reveló que Chris entregó a las dos hijas de la pareja a un amigo para que las cuidara el 9 de enero para darle la oportunidad de esconder el cuerpo. Además, ante los tribunales Dawson no presentó ninguna coartada para mostrar cuál había sido su paradero esa noche, la noche que desapareció Lynette.
Sin celulares, ni cámaras de seguridad disponibles hace 40 años para rastrear sus movimientos, los investigadores ahora confían en alguien con información para hablar y encontrar los restos de Lynette.
Según la reconstrucción del juez Harrison, Dawson se deshizo del cuerpo de Lynette entre la tarde del sábado 9 de enero de 1982 y el lunes 11 de enero. Según el relato del magistrado, Chris condujo durante seis horas hasta South West Rocks, al norte de Port Macquarie. Allí, el femicida buscó a su amante adolescente y le dijo que Lyn se había ido y que podía irse a vivir con él. En ese momento, el hermano gemelo de Dawson, Paul, su esposa Marilyn y sus hijos estaban de vacaciones en una casa rodante en el lago Munmorah, donde, según testificó Paul, Chris no se detuvo en el camino. Chris podría haberse desviado para encontrar un lugar adecuado para tirar el cuerpo.
En tanto, Dawson pasó sus primeras noches bajo custodia en el centro de policía de Surry Hills, en una celda con cucarachas, presos que gritan y pisos sucios. Dawson llegó lo desnudaron para pasar su cuerpo por un escáner. Le dieron su uniforme de prisión y le sacaron la foto de su ficha policial para su nieva vida entre rejas.
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