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EP-.ESTADOS UNIDOS-.Un juez de Georgia aceptó formalmente la petición de Donald Trump y otros 16 acusados de manipular los resultados electorales en ese estado, de no ir a juicio en octubre con otras dos personas que solicitaron un juicio rápido.
La decisión del juez Scott McAfee, del tribunal superior del condado de Fulton, implica que Trump y sus aliados tendrán más tiempo para preparar su defensa ante los 13 cargos que se les imputan, entre ellos difamación, fraude y conspiración, representando este un revés para la Fiscalía.Los otros dos acusados que sí irán a juicio el 23 de octubre son Kenneth Chesebro y Sidney Powell, dos de los abogados de la campaña electoral de Trump en 2020, que son acusados de difundir información falsa sobre las elecciones que señalaba que hubo un fraude masivo con las máquinas de votación y que el gobierno venezolano intervino en el proceso.
McAfee argumentó que su decisión es simplemente “procedimental”, y atiende a motivos logísticos para hacer los procedimientos más manejables, indicó la agencia EFE.
Trump, que ha optado a la nominación del Partido Republicano para las presidenciales de 2024, viene de declararse no culpable el 31 de agosto, y se convirtió en el primer expresidente de la historia de Estados Unidos que ha sido imputado.El líder republicano también afronta un proceso judicial en Nueva York por presuntos pagos irregulares que hizo durante la campaña de 2016 para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels tras un “affaire” tuvieron en 2006.
Del mismo modo, Trump se enfrenta a la justicia en Florida por haberse llevado a su mansión en Mar-a-Lago papeles clasificados cuando dejó la Casa Blanca en enero de 2021 tras el allanamiento de su casa.
También deberá responder en Washington a su implicación por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, en el que sus simpatizantes intentaron interrumpir el proceso legislativo para certificar la victoria de Joe Biden en 2020.
En Georgia, las elecciones presidenciales de 2020 fueron de las disputadas, con apenas una diferencia de 11,779 votos, que terminó en victoria para Biden en un estado tradicionalmente republicano, que desde 1992 no tenía un ganador demócrata.
Ante esos resultados, Trump nunca reconoció su derrota y siguió insistiendo en que hubo un fraude electoral masivo, pese a que no fueron presentadas las pruebas.
Con información de agencia EFE
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