Santo Domingo.-El precio del pollo, una de las carnes más consumidas por las familias dominicanas, ha experimentado un alza significativa en las últimas semanas, generando preocupación tanto en comerciantes como en consumidores.
La escasez del producto ha sido señalada como la principal causa de este aumento, que ha impactado el costo por libra y alterado la dinámica de comercialización en colmados y mercados.
Según un recorrido realizado por El Día en sectores populares, la libra de pollo ha subido entre RD$3 y RD$20 en cuestión de días.
Lea también: Productores de pollos aseguran abastecimiento, aunque con aumento temporal de precio por calor extremo
Algunos consumidores que la adquirían recientemente a RD$65 ahora la encuentran entre RD$75 y RD$85, e incluso a RD$100 en puntos informales. La subida ha sido rápida y sostenida, afectando el acceso a esta proteína básica para muchas familias.
“El pollo es la carne del pobre”, resume Evarito Ovalle Pérez, comerciante de Villa Consuelo, quien asegura que hace apenas una semana compraba la libra a RD$65 y ahora la consigue a RD$80. “No solo ha subido el precio, también está escaso”, advierte.
Ramona Rodríguez, ama de casa del Ensanche La Fé, explicó que compró ocho libras por RD$600, lo que representa un precio de RD$75 por libra. Aunque reconoce que en ocasiones lo ha pagado hasta a RD$85, dice que el alza le preocupa:
“Me lo encuentro caro, pero a mi esposo le gusta y cuando compro, compro bastante”, comenta resignada.
Distribuidores al límite y comercios divididos ante la subida
A pesar del aumento, algunos establecimientos han optado por no traspasar el alza directamente al consumidor.
Yolanda Lorenzo, encargada de un comedor en el Ensanche La Fé, afirma que mantienen el precio del plato: “La libra subió de RD$70 a RD$74, pero no lo hemos subido al cliente”, dijo.
Sin embargo, otros comerciantes sí han tenido que ajustar sus precios. Bladimir Candelario, también de Villa Consuelo, explicó que el pollo subió de RD$66 a RD$70 en el mercado, y él lo vende a RD$85.
José Miguel Suero, del negocio “Los Hermanos” en Villa Juana, también confirmó el aumento constante: “Se está vendiendo a RD$75. Antes estaba a RD$54. Está subiendo todos los días porque no hay. Cuando hay abundancia, baja; cuando no, sube”.
Ramón Arias, otro comerciante del sector, aseguró que, además del alza, los suplidores están entregando menos cantidad.
“Tú le pides cinco (pollos), te traen tres porque no hay mucho ahora”, dijo, indicando que hace alrededor de nueve días comenzaron a notar la escasez.
Por su parte, María Hernández, de Villa Consuelo, compradora habitual, expresó su malestar: “Antes estaban en RD$75 o RD$80. Ahora en algunos sitios están a RD$100. No hay control”.
La libra de pollo procesado se comercializa en RD$77 pesos, según el Ministerio de Agricultura.
Hay abastecimiento
A pesar de los reportes de escasez en los puntos de venta, el presidente de la Asociación Dominicana de Avicultura (ADA), Pavel Concepción, descartó una crisis en la oferta.
Atribuyó las interrupciones a leves problemas logísticos asociados a las altas temperaturas, pero garantizó que la cadena de suministro está preparada para responder con agilidad.
Concepción aseguró que los productores, responsables de más del 80 % de la producción nacional de pollo, mantienen su compromiso con la población ofreciendo precios justos y estables, a pesar de las variaciones momentáneas del mercado.
“La estructura de comercialización garantiza el acceso a este alimento esencial a precios razonables, fortaleciendo así la seguridad alimentaria del país”, indicó.
Durante el primer semestre de 2025, la producción avícola dominicana ha alcanzado niveles históricos, superando los 22 millones de unidades mensuales, impulsada por inversiones en bioseguridad y modernización de las granjas.
Mientras los comerciantes y amas de casa batallan con precios que suben sin aviso, desde el sector productivo se insiste en que hay oferta suficiente y que las variaciones serán corregidas.
Esta situación pone sobre la mesa la necesidad de fortalecer la regulación y la transparencia en la cadena de distribución, para evitar que una carne considerada básica siga convirtiéndose, poco a poco, en un lujo.
