El psiquiatra y terapeuta familiar José Dunker se mostró escandalizado por la denuncia del procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, de que tres jueces suspendidos por el Consejo del Poder Judicial eran parte de una mafia que opera a lo interno de la justicia dominicana.
Considera alarmante la denuncia de Domínguez Brito, así como la existencia de esas mafias en la Policía y en instituciones del Gobierno, las cuales en su opinión contribuyen a la degradación y degeneración de la sociedad.
En sus orientaciones a través del programa "En familia desde la Z", que produce por la Z101, estimó que esas mafias y la degradación social se deben a la falta de principios, de ética y valores de las personas, de los jueces, policías y funcionarios.
"El ciudadano debe armarsse de ética y principios. No se puede vivir sin principios", proclamó el analista de la conducta.
Dijo que la persona debe tener una idea de las cosas que son correctas, aferrarse a principios familiares y personales o concepcionales, si se quiere que la sociedad mejore.
"Si nos aferráramos a principios y valores, seguramente, no ocurrieran tantos hechos degradantes y lamentables", enfatizó.
Como elemento de principios, recordó una estrofa de la canción escolar, que dice "no digamos jamás la mentira, no engañemos a nuestros papás".
Se preguntó "¿Cómo puede vivirse del robo, cómo puede haber bandas para robar, para matar, de sicarios, mafias en los tribunales, en las instituciones del Estado?".
La familia como fortaleza de la sociedad
Para enfrentar la degradación moral y social, sugiere aferrarse a principios, a valores, y fortalecer la familia con responsabilidad, como núcleo básico, como célula de toda sociedad.
"De esa célula básica, de ese pequeño núcleo, depende el Gobierno del país", observa el profesional.
Agrega que "el ciudadano modelo se forma en la familia, y si no funciona bien, la sociedad tampoco funcionaría correctamente".
El doctor Dunker exhorta a fortalecer la familia, como nido social importante, la cual extiende a diputados, senadores, alcaldes, al presidente y a la vicepresidenta de la República, quienes afirma deben hacer buenas gestiones y cumplir con los protocolos, normas y disposiciones establecidos en las leyes y la Constitución de la República.
Insiste que si lo hacemos bien desde la familia y en el rol desempeñado, nos convertimos en modelo.
Para lograrlo, sugiere cumplir con los 10 mandatamientos de La Biblia, los cuales define como princpios forjadores de valores para la transformación de la sociedad.
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