Simito, como era conocido murió de un disparo en la cabeza al manipular el arma que portaba momentos después de levantarse y escuchar ruidos extraños en el patio de su residencia, según informaron sus familiares.
Rodríguez expiró en la clínica Unión Médica de la ciudad de Santiago donde fue trasladado luego de recibir las primeras atenciones en la clínica Montesino, en Esperanza.
De acuerdo a sus familiares, en esta ciudad no encontraron una ambulancia disponible por lo que fue necesario recurrir a Mao, dónde en principio tampoco encontraban como transportarlo a Santiago para que recibiera las atenciones debidas.
“Murió a causa de un shock hipovolémico”, según el doctor Víctor Santana, vecino de la víctima y quien lo acompañó en todo momento.
“Si hubiera recibido las atenciones médicas de rigor a tiempo había sobrevivido, pero ni los hospitales públicos, clínicas e instituciones de socorro poseen ambulancia para asistir una emergencia”, expresaron sus familiares.
A Rodríguez le sobreviven su esposa Aurelia Valerio, hoy viuda Rodríguez, sus hijos el reconocido periodista Genris García, Osvaldo, Belkis, Migdalia, Ramón (Moreno), Rosanna, Leandro, Danny, Luiniy, Yanely, Dora Eliza, así como nietos y bisnietos.
Sus restos son velados en la funeraria Divino Niño, del barrio Duarte, de aquí.
Su sepelio será este domingo a las 10:00 de la mañana, en el cementerio municipal.
Por la funeraria han desfilados decenas de transportistas, vecinos, amigos, relacionados y familiares.
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