El niño murió el pasado viernes tras ser hospitalizado en un centro de salud pública en Jersey, donde los médicos constataron que pese a tener 6 años, pesaba solamente 8 kilos (lo que pesa un bebé de 6 meses en condiciones normales).
La pareja se encuentra detenida e investigada por los delitos de homicidio en primer grado y poner en riesgo la vida de un menor (en el caso de sus otros hijos), arriesgando una pena de 60 años de prisión.
De acuerdo al Washington Post, los exámenes forenses indicaron que el niño murió debido a una “falta de crecimiento ocasionada por una desnutrición extrema”, explicó la policía.
Las investigaciones posteriores señalan que Michael y Georgena Roberts, aplicaban como castigo no alimentar a sus hijos, una práctica que se volvió más habitual desde diciembre de 2015.
Además de la pequeña víctima, su hermano mayor de 7 años también presentaba evidentes problemas de desnutrición, situación por la que la pareja también enfrenta problemas legales.
La defensa de los acusados no se ha referido públicamente al caso, pero según medios estadounidenses, los padres indicaban que el estado de desnutrición de su hijo se debía a un problema de salud.
“Sabemos que intencionalmente causaron su desnutrición extrema, dejando que el niño de 6 años muriera de hambre (…) El menor de edad cayó en un estado de desnutrición severa causada por ellos”, señaló la Fiscalía al momento de presentar la querella de los padres.
La pareja vivía junto a seis niños (4 eran hijos sólo del hombre y 2 de la mujer), por lo que los otros 5 menores fueron llevados a un hogar administrado por el Departamento de Infancia y Servicios Familiares del estado de Illinois.
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