El presidente del Partido de la Liberación Dominicana y expresidente de la República, Leonel Fernández, atribuyó las manifestaciones de protestas en Haití a principios de julio a los acuerdos que desde febrero de este año había llegado el gobierno haitiano con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En su escrito de este día en su Observatorio Global publicado en el Listín Diario y Vanguardia del Pueblo Digital, Leonel Fernández dijo que la revuelta se produjo a consecuencia del aumento de los precios de la gasolina, en un 38 por ciento; del Diesel, en un 47 por ciento; y del Kerosene, en un 51 por ciento hecho por el gobierno haitiano.
Fernández explicó que en virtud de ese acuerdo, monitoreado por el personal técnico, el gobierno haitiano se comprometió, desde marzo a agosto de este año, en cinco meses, a la realización de reformas económicas y estructurales y que ese plan de reformas implicaría el recorte del gasto público; el incremento y mayor eficiencia en la recaudación de impuestos; la eliminación de los subsidios en el área de los combustibles; y el aumento de la tarifa del consumo eléctrico.
“Desde luego, la aplicación en tan poco tiempo de medidas tan drásticas, como las sugeridas por el FMI, en el país considerado como el más pobre del hemisferio, sin ningún tipo de compensación social inmediata, constituía un acto temerario, arriesgado e imprudente”, expuso.
El expresidente de la República destacó que no cabe poner en dudas que un país afectado por una situación de inestabilidad macroeconómica, requiere de reformas y cambios estructurales. “Es el caso de Haití, donde actualmente predomina una situación de bajo crecimiento económico, déficit fiscal creciente, desbalance de la cuenta corriente y alta inflación”.
Aclaró sin embargo que en las distintas etapas en las que ha intervenido el Fondo Monetario Internacional, las reformas, para que sean válidas y provechosas, al mismo tiempo que racionales desde el punto de vista económico, deben ser socialmente incluyentes y políticamente viables.
“Si la aplicación de los programas de ajuste o de reformas estructurales no disponen de esas tres condiciones, lo más probable es que se produzca una crisis, ya sea en forma de estallidos sociales o de gobernabilidad democrática”, subrayó.
Leonel Fernández recordó que eso fue lo que ocurrió aquí, en la República Dominicana en 1984, durante el gobierno del doctor Salvador Jorge Blanco, en el que mediante la política de shock sugerida por el FMI, los precios de los principales artículos de consumo se dispararon en forma dramática.
Apuntó que la respuesta a esa política fue un levantamiento popular, que el profesor Juan Bosch bautizó como “poblada”, y que ocasionó la muerte a más de un centenar de personas en varios días de enfrentamientos con las fuerzas del orden público.
Sintetiza que con un cuadro económico estructuralmente endeble; una situación social de extrema fragilidad; la ocurrencia de desastres naturales que han sido catastróficos; y la reducción impresionante de ingresos provenientes del exterior, las medidas de reforma sugeridas, en estos momentos, por el Fondo Monetario Internacional, no han sido, desde el punto de vista económico, las más adecuadas; ni las más equitativas desde el ángulo social; ni las más propicias desde el ámbito político.
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