La crisis haitiana que viene de lejos, ahora se tiñe con la sangre de un defensor de la frontera común.
El coro, la fobia contra Haití quedó a tiro de hit, al parecer, luego de obtener información, desvinculando a los del otro lado.
La primera información filtrada a la prensa, inducía a pensar que los oficiales, habían sido víctimas de los revoltosos vecinos.
Conforme a una información, al entrar los oficiales de Cestronf a la propiedad de Manuel Ogando, éste y su hijo Alexander Ogando, la emprendieron a tiro, donde cayó el teniente Domingo Miguel Cuevas y otros miembros de la patrulla resultaron heridos.
Quiénes más se sorprendieron con la trágica balacera, donde murió el teniente Cuevas y dejó a otros heridos, fue a los residentes de La Mercedes, en Pedernales, al volar su imaginación a lo peor.
La identidad de los dueños de la frontera, responsables de la agresión a los militares, reviste una importancia capital, a la hora de despejar sospechas malsanas se roben la realidad.
Habría sido incalculable el daño político para nuestro país y Haití, torcer la realidad, y la oscuridad política nos impidiera avanzar por una ruta sin enfrentamientos.
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Saludos a todos