WASHINGTON.- La Dirección de Inteligencia Nacional de EE.UU. señala que el nuevo coronavirus no fue creado en laboratorios, como alega el presidente Donald Trump.
“El coronavirus no fue creado por el hombre ni modificado genéticamente”, indicó la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de EE.UU. (ODNI, por sus siglas en inglés), revelando los resultados de las investigaciones que lleva a cabo sobre el origen del virus letal, causante de la COVID-19.
Mediante un comunicado emitido el jueves, la ODNI aseguró que hay un amplio consenso científico en esta entidad estadounidense sobre el tema de que el virus letal ni se creó ni se modificó, pues su origen es natural.
Poco después de que el informe saliera a la luz, el presidente estadounidense, Donald Trump, asistió a una rueda de prensa en la Casa Blanca, donde volvió a culpar a China por el brote del nuevo coronavirus, afirmando contar con pruebas que constatan que el patógeno se originó en la ciudad china de Wuhan.
Ante tal planeamiento, un reportero de la cadena estadounidenses Fox News le preguntó a Trump sobre el informe de la Inteligencia Nacional que contradice su versión, lo que dejó al mandatario estadounidense boca abierta y confuso, pues decidió cambiar el tema, y empezó a realizar acusaciones contra la Organización Mundial de la Salud (OMS), por “mal manejo” de la pandemia.
Un informe publicado el jueves en el diario local The New York Times puede explicar un poco esa contradicción, al revelar presiones ejercidas por la Administración de Trump a servicios de Inteligencia del país para vincular la COVID-19 con laboratorios chinos.
El periódico, citando a varios funcionarios y exempleados del Gobierno estadounidense, que pidieron permanecer en anonimato, señaló al secretario de Estado, Mike Pompeo, como la figura que ha presionado a las agencias de Inteligencia de EE.UU. para que fabriquen pruebas que demuestren que el virus se originó en un laboratorio chino en Wuhan.
Diferentes países, incluida Rusia, han rechazado los infundios de Washington contra China. La OMS ha denunciado a su vez las afirmaciones del Gobierno estadounidense, poniendo de relieve que no hay ninguna evidencia de que el virus fue creado en un laboratorio chino.
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