El ex presidente George W. Bush ha vuelto al centro de atención para brindar orientación moral a Estados Unidos en estos tiempos difíciles . En un comunicado publicado el martes , Bush anunció que estaba "angustiado" por la "asfixia brutal" de George Floyd y declaró que "la paz duradera en nuestras comunidades requiere una justicia verdaderamente igual". El estado de derecho depende en última instancia de la equidad y la legitimidad del sistema legal. Y lograr justicia para todos es un deber de todos ”.
La declaración de Bush fue recibida con aplausos atronadores por los sospechosos habituales que lo retratan como el virtuoso republicano en contraste con Trump. Mientras que los medios de comunicación retratan la piadosa pelea de Bush como un triunfo visionario de principios, los estadounidenses deben recordar vívidamente las mentiras y atrocidades que permearon sus ocho años como presidente.
En un discurso de octubre de 2017 en un "foro nacional sobre la libertad" en el Instituto George W. Bush en la ciudad de Nueva York, Bush se lamentó de que "nuestra política parece más vulnerable a las teorías de la conspiración y la fabricación directa". Viniendo de Bush, esto tenía tanta credibilidad como el ex presidente Bill Clinton lamentando el declive de la castidad.
La mayor parte de la cobertura mediática de Bush en la actualidad ignora las falsedades que solía llevar a Estados Unidos a la guerra en Irak o lo retrata como un buen hombre que recibió información incorrecta. Pero Bush estaba mintiendo desde el principio sobre Irak y estaba decidido a arrastrar a la nación a otra guerra en Medio Oriente.
Desde enero de 2003 en adelante, Bush retrató constantemente a los Estados Unidos como una víctima inocente de la inminente agresión de Saddam Hussein y afirmó en repetidas ocasiones que la guerra nos estaba "forzando". Ese nunca fue el caso . Como informó el Centro para la Integridad Pública , Bush hizo "232 declaraciones falsas sobre armas de destrucción masiva en Irak y otras 28 declaraciones falsas sobre los vínculos de Irak con Al Qaeda". Mientras se desvelaban las mentiras por las cuales vendió la Guerra de Irak, Bush recurrió a vilipendiar a los críticos como traidores en un discurso de 2006 a los Veteranos de Guerras Extranjeras .
Las mentiras de Bush llevaron al asesinato de más de cuatro mil soldados estadounidenses y cientos de miles de civiles iraquíes . Pero dado que esas personas están muertas y desaparecidas de todos modos, los medios elogian la selección de Bush para estar en una exhibición de arte del Centro Kennedy que muestra sus primitivas pinturas al óleo primitivas .
Los liberales y los nunca trompetas se apresuraron a abrazar al ex presidente Bush esta semana:
En febrero de 2018, a Bush se le pagó generosamente para dar un discurso prodemocracia en los Emiratos Árabes Unidos, gobernado por una notoria dictadura árabe . Él proclamó: " Nuestra democracia es tan buena como la gente confía en los resultados ". Se preocupó abiertamente por la "intromisión" rusa en las elecciones estadounidenses de 2016.
Pero cuando era presidente, Bush actuaba como si Estados Unidos tuviera derecho a intervenir en cualquier elección extranjera que quisiera. Se jactó en 2005 de que su administración había presupuestado casi $ 5 mil millones " para programas para apoyar el cambio democrático en todo el mundo ", gran parte del cual se gastó en la manipulación de los totales de votos extranjeros. Cuando Irak celebró elecciones en 2005, Bush aprobó un programa masivo de ayuda encubierta para partidos iraquíes pro estadounidenses .
La administración Bush gastó más de $ 65 millones para impulsar a su candidato favorito en las elecciones de Ucrania de 2004 . Sin embargo, con una hipocresía ilimitada, Bush proclamó que "cualquier elección (ucraniana) ... debería estar libre de cualquier influencia extranjera ". Las organizaciones financiadas por el gobierno de los Estados Unidos ayudaron a impulsar golpes de estado en Venezuela en 2002 y Haití en 2004 . Ambas naciones, junto con Ucrania, siguen siendo restos de trenes políticos.
En ese discurso de octubre de 2017 en Nueva York, Bush proclamó: " Ninguna democracia pretende ser una tiranía ". Pero devastar la Constitución aparentemente era parte de la descripción de su trabajo cuando era presidente. Poco después del 11 de septiembre, Bush retrocedió el reloj antes de 1215 (cuando se firmó la Carta Magna) , suspendiendo formalmente el hábeas corpus y reclamando una prerrogativa para encarcelar indefinidamente a cualquiera que calificara de sospechoso de terrorismo.
En 2002, los abogados del Departamento de Justicia informaron a Bush que el presidente tenía derecho a violar la ley durante la guerra, y se esperaba que la guerra contra el terrorismo continuara indefinidamente. En 2004, el abogado de la Casa Blanca de Bush, Alberto Gonzales, afirmó formalmente un " poder de anulación del comandante en jefe " que autoriza a los presidentes a ignorar la Declaración de Derechos.
Bajo Bush, el gobierno de los Estados Unidos adoptó prácticas bárbaras que hicieron más para destruir la credibilidad moral de Estados Unidos que todos los tuits de Trump combinados. El régimen de "interrogatorio mejorado" de Bush incluyó la repetición interminable de alto volumen de un comercial de comida para gatos Meow Mix en Guantánamo, golpes en la cabeza, submarinismo, exposición a temperaturas frías y manipulación durante muchas horas en posiciones de estrés. Después de que la Corte Suprema rechazara algunas de las tomas de poder de Bush en 2006, presentó ante el Congreso un proyecto de ley que legalizaba la tortura retroactivamente , una de las peores desgracias legislativas desde la Ley de esclavos fugitivos de 1850.
Durante sus años en la Casa Blanca, Bush siempre negó haber aprobado la tortura. Pero en 2010, durante una gira de autor para promocionar sus nuevas memorias, se jactó de aprobar el submarino para sospechosos de terrorismo.
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