La magistrada Leticia Carolina González, de la Oficina de Atención Permanente del Juzgado de la Instrucción de Las Matas de Farfán, impuso la medida de coerción a Beyelin Adriana Céspedes (Mami Billita) y ordenó su cumplimiento en el Centro de Corrección y Rehabilitación Baní Mujeres, en la provincia Peravia.
Al ofrecer los detalles del caso, el Ministerio Público explicó que la imputada fue arrestada el pasado 1 de noviembre en el marco de una investigación que lleva a cabo la Fiscalía de Las Matas de Farfán con la asistencia de la Procuraduría Especializada Contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas, que dirigen los magistrados Marggie Viloria Caraballo y Bienvenido Ventura. Su apresamiento se produjo en su residencia durante una operación ejecutada de manera conjunta con miembros del Ministerio Público y del Departamento de Investigaciones de Trata y Tráfico de Personas de la Policía Nacional, con la colaboración de la organización no gubernamental Misión Internacional de Justicia.
La fiscalizadora Denia Margarita Rodríguez sometió a la justicia a la imputada, por violar el artículo 3 de la Ley 137-03, sobre Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas, en los que se enmarcan los hechos de engaño, fraude, coacción, fuerza y amenazas contra las víctimas, así como de aprovecharse de su condición de vulnerabilidad para cometer el hecho delictivo. La calificación fue otorgada de manera provisional.
El órgano de justicia explicó que el 17 de octubre del año en curso recibieron la denuncia del caso a través del Centro de Contacto Línea Vida, donde se informaba de la presencia de una adolescente de 13 años que trabajaba en un cabaret.
Sobre el allanamiento practicado con autorización judicial, fueron rescatadas dos menores de 13 y 14 años de edad, cuyos nombres se omiten para proteger su identidad.
Además, durante la operación fue ocupado un monedero color negro que contenía varias porciones de un polvo blanco, presumiblemente cocaína, entre otras evidencias.
El Ministerio Público informó que por este caso también son perseguidos los prófugos identificados solo como Raylin Roa, Dunesca, Mauro y Esterkin, quienes de acuerdo con las investigaciones se encargaban de captar, transportar y acoger a niñas y adolescentes víctima de explotación sexual y de actividades relacionadas con el consumo y tráfico de drogas.
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