Los testigos del hecho aseguran que advirtieron a los agentes del adscritos a la DICRIM de la condición del joven de 33 años, que además tenía trastornos mentales y pese al llamado prosiguieron con el maltrato.
Mateo era muy conocido en Los Pinos de Guachupita, pues recogía botella y botaba basura. “Lo que hacía que recogía basura, fue un pobre infeliz que mataron, ese hijo mío no le hizo daño a nadie. Justicia es lo que quiero, yo me siento destrozada”, declaró Maricarmen Miguelina Mateo, madre del occiso.
“Obvio si la Policía lo manda a parar iba a seguir porque no oía y no tiene la misma mente que uno, el Policía se me río en la cara y me dijo hasta a ti te mató”, refirió Rudileidys Rodríguez, testigo del hecho.
“No obtemperaron nada, sino caerle a tiros a todo el mundo, solo hubo un disparo y fue de la Policía, y luego amenazaron a los que fueron testigos de eso”, declaró Virgilio Almanzar, presidente del Comité Derechos Humanos.
En la persecución policial también golpearon a una niña de días de nacida y los residentes del lugar aseguran que dispararon a pesar de que había niños.
“Habían uno de dos años y mi hijo, yo salí corriendo por el impacto de la bala y el muchacho estaba ahí tirado en la acera y le dieron, y le dijimos ese era un loco”, añadió Altagracia Santos, madre de un menor.
“Lo levantaron entre todos y lo montaron como si fuera un perro que tiraron y al contrario porque ese muchacho tenía su alma limpia, hasta los niños lloraron”, argumentó Ramona Castillo, vecina.
“Entonces cuando le dio allá ellos se embalaron y le entraron a patada y le dijeron tú estás haciendo, le dieron todos los golpes, lo arrastraron y lo metieron en la camioneta”, expresó Pedro Reynoso, tío del fallecido.
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