Como un “vulgar delincuente” fue definido Canó Sacco, exjefe de Gabinete de la Procuraduría y antiguo mano derecha del exprocurador, de quien dicen los abogados de Rodríguez que en la acusación del Misterio Público se establece que este recibió 645 millones de pesos en sobornos.
¿Cuál es el ministerio y el enigma que hay en no transitar a Rafael Canó por los tribunales dominicanos, ¿por qué este premio, por qué aplaudir este crimen?”, se preguntó el jurista Carlos Balcácer durante una rueda de prensa en la que mostró una presentación explicando cómo el testigo del Ministerio Público recibió el supuesto dinero.
Indicó que en el documento acusatorio presentado por el Ministerio Público contra los 62 imputados en el caso Medusa, más de 100 testigos señalan a Canó Sacco como el autor de los sobornos y coimas, y de haber cometido graves y serios crímenes contra el erario, por lo que considera como absurdo que este haya sido excluido del expediente.
Dijo que no hay pruebas materiales que den indicios de que el exprocurador haya solicitado o aceptado sobornos, pagos o actos irregulares en su beneficio, “muy al contrario, exponen a Canó Sacco”.
“En el documento se evidencian graves imputaciones, con personas que dicen haber sido extorsionadas, que pagaron peajes, sobornos y que se utilizaron recursos de la institución para fines políticos, y todas señalan a Rafael Canó Sacco de manera clara y puntual. De ser ciertas esas graves imputaciones como responsable, Canó Sacco no puede resistirse a una extradición (desde España) para evadir sus responsabilidades”, dijo.
Aseguró que esto es una de las muchas irregularidades que dijo están cometiendo la directora de Persecución del Ministerio Público, Yeni Berenice Reynoso, y el titular de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), Wilson Camacho.
“Canó Sacco» tenía una red de amigos, familiares y personas cercanas a él y a sus empresas, a las que le prometía una adjudicación a cambio del 20% de los contratos. El documento acusatorio demuestra que esto funcionaba como un negocio piramidal, donde los relacionados se convertían en captadores de empresas y beneficiarios de las asignaciones que otorgaba Canó Sacco. No hay ninguna prueba que señale a Jean Alain Rodríguez de haberse beneficiado de alguna manera, más allá de un burdo testimonio de quien era autor de estas fechorías. El Ministerio Público no puede utilizar este argumento como el fundamento de una acusación, a sabiendas que los testimonios no se constituyen como elementos de prueba y que su testimonio carece de valor probatorio de acuerdo al Art. 172 del Código Procesal Penal”, sostuvo Balcácer.
Asimismo, la defensa del exprocurador dijo que han elevado varias instancias en los tribunales para que la Pepca entregue las decenas de documentos a los que su defendido tiene acceso, pero que el órgano acusador no los ha puesto a su disposición.
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